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EDITORIALES SOSPECHOSAS

EDITORIALES SOSPECHOSAS Y EDITORIALES FRAUDULENTAS

En este blog hallarás noticias acerca de:

(1) EDITORIALES FRAUDULENTAS

(2) EDITORIALES SOSPECHOSAS

(3) CONCURSOS LITERARIOS AMAÑADOS

(4) CONSEJOS PARA ESCRITORES QUE BUSCAN PUBLICAR SUS OBRAS

(5) EDITORIALES QUE RECIBEN MANUSCRITOS

(6) AGENCIAS LITERARIAS

(7) CORRECCIÓN DE TEXTO, MAQUETACIÓN, DISEÑO DE PORTADA, etc.


Respetable autor y aspirante a escritor, lo que estás para leer en los presentes párrafos es el resultado parcial de una investigación que llevo emprendida a propósito de desenmascarar a los impostores que, con falsos títulos de editores y de convocantes de concursos, tienen la literatura en una mediocridad insufrible; los unos por sus engaños, y los otros por sus fingimientos: situación lastimosa en la que mucha parte tiene la simpleza de algunas personas, cuando no la pereza de las otras, como que de ambas cualidades se sigue la falta de vigilancia y, lo que es peor, la falta de crítica.

No extrañes, pues, el rigor que uso en este asunto, ni te apresures a imputarme de odiosa, porque, aunque mi intento no es malquistar media humanidad contra la otra, tampoco estoy para las lisonjas que, con ínfulas de «críticos» y resabios de mentecatos, ciertos individuos prodigan en blogs, revistas y libros, descubriendo su impotencia para criticar o, lo que es lo mismo, su carencia de criterio personal. 

Para que tengas una idea acerca de mi actividad, quiero confesarte que, hace más de quince años, me ocupo en el campo de la investigación, el cual es tan vasto que apenas hay hora en la que me halle ociosa. Mi especialidad es la literatura de los autores clásicos del idioma castellano, la cual debería tenerse como modelo de imitación en vez de modelo de reliquia. Juntamente con esto, he escrito artículos y blogs en los que denuncio fraudes, engaños y fechorías afines, sin otra pretensión que dificultar el camino a los impostores y a los falsarios.

Si llegaste a esta obra inquisitoria, es porque buscas un editor o porque, creyendo haber hallado alguno, quieres certificarte de su honestidad. O quizá llegaste aquí, movido por un interés afín, cual es el de los concursos literarios. Sea como fuere, continúa leyendo lo que has comenzado, porque, de hacerlo, su lectura te aprovechará tanto que, cuando hayas acabado, dudarás de la carrera que elegiste, pensando que quizá te sea oportuno tomar otra, como la de cantante. Cuanto más que en Internet hay centenas de blogs en los que muchos incautos, y aun simplones, quieren aconsejar sobre cómo elegir una editorial y cómo enviar manuscritos. Pero tales blogs han sido escritos por españoles para españoles, como si los escritores hispanoamericanos no existiesen o como si estos escribiesen en un idioma diverso del castellano. 

Califico de incautos y de simplones a estos «consejeros» porque, careciendo de experiencias con «editoriales», transcriben y repiten lo que hallan en libros y en blogs, sin haber investigado cuáles son falsas, cuáles reales y cuáles insuficientes, que de unas a otras hay muchas diferencias, como explico largamente en este mi blog.

No menos reprensibles que los simplones son los cobardes, los cuales, un día, denuncian algo en un blog y, al otro día, lo borran por temor de las represalias: razón que contribuye al deseo o, por mejor decir, a la necesidad de componer esta obra y a la oportunidad de difundirla; de modo que todos los incautos hispanohablantes se desengañen, lo cual hago con igual celo que elegancia, como sabedora de la pobreza en que nuestro idioma castellano está a causa de la pereza intelectual de las generaciones modernas que así escriben como hablan, y así hablan como cagan. 

Destino estos avisos principalmente a ti, aspirante a escritor, que careces de renombre. Mas, como sé que también los leerán muchas de esas personas deshonestas que quiero desenmascarar, a estos últimos advierto que no toleraré amenazas de su parte o que sus AMENAZAS serán desaprovechadas porque no me intimidarán ni me disuadirán de continuar investigándolos, aunque se digan pertenecer al reino de España o al de Suazilandia.

No desgasten los dedos de las manos intentando ofenderme, pues, en el punto en que yo halle escrito un denuesto contra mí, en ese mismo lo eliminaré. Lo cual advierto porque sé de escritorzuelos (como una tal Teresa, un tal Ru… Martínez, un tal Nilo, un tal Agustín y un tal C… Diosdado) que han querido entremeter los suyos en este blog; pero con tanta desventura que no han sobrevivido a mi feliz vigilancia. 

No parezca, sin embargo, que mi intención es dirigir una invectiva contra los súbditos de España o contra los de otra nación hispanohablante, porque no lo es; ni que yo y mis cooperantes somos una gavilla de arrogantes que se ufanan de comprender todas las marañas del idioma castellano, porque apenas sabemos desentrañar algunas. Lo cual declaro para que ciertos nacionalistas (españoles, argentinos, colombianos, mexicanos, etc.) se ahorren el trabajo de querer vilipendiarme, pues no faltan los mentecatos que se inquietan con indignación cuando hallan que los nombres de sus naciones han sido desgraciados con acusaciones contra algunos de sus connacionales. Pero ¿qué digo? No se inquietan, sino que se revuelcan como culebras cuando les mencionan la nación a la que pertenecen.

Uno de estos escritorzuelos es una mujerzuela de España, quien, con furor de pedante, ínfulas de crítica y por nombre Teresa, ha querido deshonrarme por esta mi obra. Y, no contenta con esto ni con dejar diez errores ortográficos en veinte líneas, alega que el idioma castellano que los españoles usan no es vulgar. Para ello, me cita los nombres de escritores como Delibes, Matute, Mendoza. ¡Qué ingenuidad la de estas víboras acaloradas! Confunden renombre con excelencia. ¡Cuánta deferencia y falta de criterio! Se pegan a los nombres populares como las hienas a la carroña. Afirmar que las obras del tal Delibes son ejemplares equivale a decir que la tal Rowling, por el solo hecho de la fama de sus novelitas de hechiceros, haya contribuido al mejoramiento de la literatura inglesa. 

Con la muerte de Cervantes, Antonio de Solís, Oviedo y Eduardo Zamacois (escritores verdaderamente dignos de imitar), la literatura de España quedó tan a la deriva como la literatura de otras naciones hispanohablantes que nunca tuvieron escritores ejemplares. Lo cual afirmo sabiendo que apenas hallaré alguien que segunde en esta opinión, pues, en el establecimiento de la mediocridad, cien millones de papanatas tienen más autoridad que tres personas discretas; y tanto que la necia fama va entronizando escritores mediocres, como García Márquez, Vargas Llosa, Almudena Grandes, etc.

No digo que el castellano de una nación sea mejor que el de otra: afirmo que todas las naciones hispanohablantes son desgraciadas en el uso del castellano contemporáneo, pues entretenemos resabios indicativos de nuestra poca advertencia o de nuestra gran necedad. Tampoco afirmo que España sea la única nación en la que los falsarios amañan los concursos: también hallamos amaños en concursos argentinos, mexicanos, chilenos, etc., como queda dicho en este artículo.

Digo, en fin, que los aspirantes a escritores que no tienen todavía sus obras publicadas buscan editoriales con la misma ingenuidad que nosotros buscábamos caricaturas animadas en las pantallas de los televisores cuando niños: la palabra editorial deslumbra a muchos de aquellos, dificultándoles el reconocer la falsedad y la mediocridad de las personas que se arrogan el título de editores.

Así que, aspirante a escritor, si estás para buscar una editorial, conviene que te desengañes, pues muy poco de lo que hallarás en Internet con el nombre de editorial está para el provecho de tu aspiración. Y porque en tal red no hay muchos avisos verdaderos sobre el asunto y los pocos que hay están muy derramados, he hallado oportuno el recogerlos y el juntarlos al recuerdo de mis experiencias para ofrecerte una instrucción preventiva.

Muy poco de lo que hallarás en Internet con el nombre de editorial está para el provecho de tu aspiración: te lo repito para que no malogres tu tiempo en una búsqueda por medio de tu celular y tu PC, ya que muchos impostores con «editoriales de garaje» fingen tener «mega editoriales», con el fin de que los novatos desembolsen dinero por supuestos servicios, como corrección de textos, distribución. Hay otras «editoriales de garaje» que, aunque no piden dinero, enredan a los novatos en malas mañas, forzándolos a que vendan cierta cantidad de ejemplares a los familiares y amigos. Hay otras que tampoco piden dinero, pero defraudan de «regalías» al autor novato: ¡no las pagan!

Tal es el negocio mañoso que ciertos mequetrefes tienen montado con una doble fachada. Fingen ser editoriales tradicionales; para lo cual, sacan una tirada mediocre cada cinco años (90 ejemplares impresos o poco más); pero su especialidad es la auto publicación o la coedición (publicaciones virtuales que no se venden, a menos que los autores las compren). Mas no quieras creer que son personas que se enriquecen con eso, pues, así como los carteristas nunca prosperan en sus sórdidas carreras, así tampoco estos mequetrefes llegan a conseguir un capital para montar una editorial real.

Perdóname que yo haga énfasis en esto de la deshonestidad; pero he leído opiniones sospechosas, escritas o por incautos o por lameculos, los cuales dicen en sus blogs que la mayoría de las editoriales que ofrecen sus servicios por Internet son honestas y suficientes (no falta el necio que, viendo una cubierta bien hecha, supone que ella basta para encaminarlo al buen suceso de su aspiración a escritor). Pienso ciertamente que la mayoría de las editoriales (97% aproximadamente) que ofrecen sus servicios por Internet son tan sospechosas que hasta ahora no he hallado una que pueda recomendar. Un momento… ¿Editoriales que ofrecen «servicios» y «packs» de edición? Recapacita en esto que te digo. Si las editoriales «reales» se especializan en vender libros a los lectores, ¿por qué hay otras que, por Internet, ofrecen servicios a escritores novatos? Si eres persona discreta y cauta, concluirás conmigo que tales ofertas no corresponden con la realidad de las «editoriales tradicionales», sino que son «editoriales oportunistas, editoriales de garaje». Importaría mucho a la salud de tu obra inédita que aprendieses a reconocer estas últimas; y, para eso, te dejo mis advertencias e instrucciones en este artículo.

Antes de proceder al asunto principal de este blog, quiero prevenirte que nada estoy vendiendo acá y que, si bien ofrezco servicios de edición (corrección de textos, traducción al inglés maquetación, diseño de cubierta, etc.), yo no vivo de tales servicios ni puedo aceptar todos los manuscritos que me envíen, pues la corrección escrupulosa de una novela no se hace de una semana a la otra.

También quiero advertirte que mi intento no es denominar ESTAFA todo lo que hacen las «editoriales» mencionadas acá, pues muchas de ellas son ajenas del designio criminal de los estafadores. Sin embargo, hay algo común a la mayoría de ellas: ese algo es el ENGAÑO. Cuando una «editorial» dice ser «tradicional», pero no tiene caudal para sacar tiradas ni para distribuir los ejemplares, comete un ENGAÑO. Cuando alguien cobra dinero con el pretexto de corregir novelas, pero las entrega sin haberlas purgado de sus resabios (galicismos, pleonasmos, anglicismos, etc.), eso es un ENGAÑO.

Si te va pareciendo que me alargo mucho en esta explicación, ahórrate su lectura y ten por oportuno leer curiosamente los consejos que dejo escritos en esta entrada CONSEJOS PARA ESCRITORES QUE DESEAN PUBLICAR SUS OBRAS

 

 

¿Qué son las «editoriales» de pacotilla? ¿Qué son las falsas «editoriales»?

 

Es de saber, pues, que el oficio de editor (denominado originalmente impresor), en épocas antiguas, era tan prestigioso como el de escritor porque aquel se obligaba, no solamente a difundir la obra de este por medio de su imprenta, sino también a corregirla de sus faltas y a mejorarla con cambios sintácticos (lo que los pedantes denominan ahora corrección de estilo). Esto equivale a decir que el editor era tan excelente en su arte como el escritor en el suyo, cuando no mejor; y que, si un error escapaba a la vigilancia del primero, por la del segundo había de ser eliminado de la obra.

Consecuentemente, es una gran desdicha el no poder restituir las vidas a esos editores de antaño; pero mayor es la de tener que lidiar con hombres y mujeres contemporáneos que, sin dinero, ni imprenta, ni autoridad, ni escrúpulos, ni celo, ni afición a la literatura, se entrometen a «editores». Muchos de ellos son bellacos oportunistas, con nombres tan desconocidos del público como los nombres de los incautos autores a los que embaucan. Pretextan que «la crisis» los ha forzado a cambiar las tradiciones contractuales o que «la coyuntura actual» apenas los deja operar. No buscan obras excelentes para llevarlas a las imprentas, ni anticipan dineros a los autores: por el contrario, piden dinero a estos, con diversos pretextos, como el de la «coedición», la «corrección», los ejemplares de la «presentación», siéndoles indiferente si la obra inédita es un bodrio compuesto en dos meses o una exquisitez compuesta, corregida y revisada en ocho años.

Si estimas en mucho tu obra inédita, no gastes dinero en la supuesta publicación que tales oportunistas prometen. Tampoco firmes contrato con las supuestas editoriales que fingen ser «mecenazgos» (aquellas que, aunque no piden dinero, poco o nada hacen por tu obra inédita), pues estos fingidos mecenas la editan mal, dejándole miles de galicismos, mala puntuación, cacografías, etc., y, para colmo, se contentan con subirla a Amazon, donde, cuando mucho, venden cuatro ejemplares cada año. ¡Ay de ti, aspirante a escritor, si desatiendes esta amonestación mía! Advierte que muchas de esas «editoriales» comenzaron torcidas, no solamente porque carecían del capital del dinero, sino también porque improvisan mañas cuando las primeras se experimentan fallidas. 

Muchos de estos impostores que ahora ponen en sus blogs la trillada frase de «No pagues… por publicar» son los mismos que, al principio de sus reprobados negocios, pedían dinero a los autores. ¿Por qué ese cambio? ¿Se arrepintieron? No, por cierto. El cambio es porque supieron que el negocio iba de mal en peor, con decenas de quejas publicadas en Internet contra ellos, autores que se resistían a pagarles lo que pedían, etc. ¡Oh! Y ahora fingen ser unos «mecenas» cuyo único propósito es «apoyar a escritores noveles», lo cual ha de ser así verdadero como que nuestro planeta sea plano. Perdona mi ironía, escritor, pero acá queda muy oportuna, no solamente por lo que he dicho hasta ahora, sino por la incoherencia de estos impostores, quienes en su blog dicen que «… implementamos el servicio de corrección de texto gratuito»; pero, en ese mismo blog, hallamos varias faltas, como este odioso galicismo «a partir del año…», mala puntuación (un punto aparte donde debía colocarse un punto y coma), etc. ¿Por qué no se corrigen a sí mismos antes de vociferar que van a corregir a los escritores noveles? 

Si haces profesión de escritor o te dices ser un escritor, he de suponer que tienes un entendimiento adelantado. Luego ¿por qué pagar a una «editorial» si ella es la que debería pagarte? ¿Por qué envías tu manuscrito a «editoriales» que hacen convocatorias por Internet? Las «editoriales reales» (las que tienen caudal, las que imprimen tiradas, las que ponen libros en librerías de todos los países) nunca hacen convocatorias por Internet ni hacen la payasada de poner en sus sitios web los fingidos testimonios de supuestos escritores que dicen «estar muy contentos con la editorial que les está favoreciendo».

Muchas cosas se han modernizado desde la invención de lo que denominamos la imprenta; pero esta no es una razón que baste a cohonestar el engaño de los falsos editores ni a excusar la insuficiencia de los editores de pacotilla. 

Así como pocas personas tienen aptitud para escribir libros maravillosos, así también pocas personas tienen suficiencia para editarlos y publicarlos, siendo menester, por una parte, el dinero (o el capital) y, por otra, la preparación y un ingenio particular que no se adquiere en las universidades, cuanto menos en talleres de escritura

El buen editor, como el buen escritor, se reconoce en su elegancia, en el celo de su oficio, en el tesón con el que mejora de cada día su arte. Por lo tanto, conviene al escritor que su editor sea una persona honesta, investigadora, crítica y con dinero suficiente para invertir en la promoción, la publicación y la distribución de las obras cuyos derechos ha comprado. 

Pero ¿dónde hallar un buen editor? ¿No es menos difícil hallar una monja que confiese algunas de sus fantasías eróticas? Sí, por cierto. Mas, por no alargarme a buscar una resolución de esta dificultad, me ceñiré a determinar qué son las editoriales sospechosas y qué son las de pacotilla, prescindiendo de un examen de las editoriales que denominamos «tradicionales» o «grandes editoriales», las cuales, aunque también son sospechosas, en consideración de sus mañas comerciales (entre ellas sus falsos rótulos de bestseller, sus falsos concursos), merecen una imputación muy diversa de esta que compongo contra las editoriales falsas y las de pacotilla. 

Una editorial falsa es, pues, una sociedad chapucera, constituida sin más capital que una oficina barata, dos o cuatro ordenadores y cuatro pelagatos, cuando mucho seis, quienes embaucan escritores incautos con promesas de corrección, impresión, y distribución, las cuales promesas o nunca se cumplen o se cumplen mal. 

De estas sociedades insidiosas hay muchas en casi todas las naciones, pero más en España que en Hispanoamérica. Surgen y se extinguen con la misma brevedad que un cocodrilo sorprende un grupo de inadvertidos cangrejos, engullendo algunos de ellos antes de desaparecer en el lago. Algunas, como Melibea y Mundi Book, subsisten por varios meses, al cabo de los cuales cesan de responder correos y llamadas telefónicas, por no responder a los reclamos de los incautos aspirantes a escritores que sedujeron. 

Otras de estas «sociedades» se sostienen por años, no vendiendo libros al público lector, sino vendiendo ilusiones al incauto aspirante a escritor. Pregúntales si son «una editorial real»: te responderán que «somos tan reales que pagamos impuestos, nos identificamos con teléfonos y una dirección física». Mas no les preguntes por el promedio de ejemplares que sus ilusos «escritores» venden cada año, porque se excusarán de confesar la verdad, diciendo que esta es confidencial. Sin embargo, sé afirmar, y esto con mucha probabilidad, que la mayoría de las personas (91% en adelante, por no decir 95%) que firman contrato con estas editoriales sospechosas experimentan desencanto al cabo de un año, cuando, deseosos de saber cuánto dinero sus libros les granjearon en tal periodo, se enteran de que la cantidad es tan poca que no la pueden cobrar porque no constituye el mínimo (50 euros) que los impostores exigen para el pago de «regalías»: adversidad en la cual muchos de estos ilusos comienzan a sospechar que quien se arroga el título de editor es en realidad un embaucador y que la impresión, la distribución y la venta de su obra ha sido una fantasía vanamente entretenida.

Este reprobado negocio, como queda dicho, no es propio de naciones hispanohablantes, sino que se extiende por diversas naciones. Y así, en Estados Unidos de América y en Inglaterra, lo denominan «Vanity Press».

Tales son las falsas editoriales o editoriales fraudulentas. Por sus dichos las reconocerás, como que todas repiten el «guion pesimista» acerca de la «crisis» y de la dificultad de que las editoriales arriesguen dinero en la publicación de obras de autores desconocidos. Según estos impostores, todos los aspirantes que buscan una editorial para publicar sus obras son «noveles sin renombre y sin oportunidad de alcanzar un contrato con una editorial tradicional»: sofisma por medio del cual los persuaden a creer que ellos son la única alternativa. Se jactan de tener la facultad de corregir novelas y ensayos, pero dejan traslucir su insuficiencia en los correos electrónicos que envían, ya que allí abundan galicismos, pleonasmos, errores ortográficos y mala puntuación. ¿Con qué autoridad un oportunista se arroga el título de editor o el de corrector si en lo que escribe hay tanto vicio como el que descubre la jerga de un vulgar ratero? Se alaban de profesionales, diciendo que su experiencia literaria de veinte o treinta años los aventaja; pero ¿merecen créditos tales alabanzas cuando concurren con el galicismo preposicional «a partir de» en vez de la preposición castiza «desde»? Si son tan «profesionales», ¿por qué no advierten que cometen galicismos a cada paso? Tales arrogantes son tan insuficientes que todavía escriben con tilde las palabras ESTE, ESE, y SOLO (ÉSTE, ÉSE y SÓLO): necedad que muchos hispanohablantes cometen, como ignorantes, o a lo menos inadvertidos, de lo que dispusieron los viejos decrépitos de la academia de la lengua en el año 2010, y de lo cual nos avisa, por ejemplo, el Diario el Comercio de Perú: «solía escribirse con tilde para evitar confusiones; sin embargo, en la más reciente Ortografía de la Lengua Española (2010), la RAE indica que ya no es necesario acentuar los pronombres demostrativos». La TILDE en la palabra SOLO.

Lo que los «editores» oportunistas denominan «la crisis» es tan irreal como el sofisma proverbial de que «todos somos iguales». Si hubiese una «crisis económica» mundial, nadie compraría lujos como los iPhone ni derrocharía su dinero en restaurantes abusivos, como los de Waffles Crepes, donde por un café cobran 500% más de lo que cobrarían en otros lugares. 

Para facilitarte el proceso de reconocer las falsas editoriales, señalo acá algunos de los criterios que yo uso para declararlas falsas o, a lo menos, sospechosas: 

(1) Piden dinero con diversos pretextos, el más común es aquel acerca de la «coedición», cuando no el pretexto de la «corrección». 

(2) Cuando no piden dinero al principio, después lo hacen, persuadiendo al escritor a la compra de un número mínimo de ejemplares de su propia obra; y esto con diversos pretextos, como el de «la presentación», en virtud de la cual consiguen que el «escritor» incauto y su familia compren los pocos ejemplares que la «editorial» imprime.

(3) En los contratos no determinan el número de ejemplares que harán imprimir para distribuir en librerías físicas, si es que están por imprimir alguno, siendo su único interés vender algo al «escritor» y nada al lector. 

(4) Responden a los veinte días de haber recibido las obras inéditas (si mucho en un mes), mostrando con esto que no las leyeron. 

(5) En los contratos y en los correos hallamos faltas ortográficas y galicismos, el más común es el preposicional «a partir de». 

(6) Hablan de distribución internacional; pero no nombran las librerías físicas donde los ejemplares estarían dispuestos para la venta, pues lo que ellos denominan «distribución internacional» es el proceso de colocar tu obra en uno de estos sitios «online», como Amazon, Apple, etc., en los que nadie comprará un ejemplar, a menos que tú, como aspirante a escritor, emprendas una campaña trabajosa de publicidad o, a lo menos, una de persuasión. Sobre este particular hallamos lo que dice un autor: «Cuando [el escritor] compruebe por sí mismo que su novela no está disponible en ninguna librería, o en muy pocas […], y que por supuesto ni está […] en El Corte Inglés, FNAC o Casa del Libro, […] pedirá explicaciones a la editorial. Esta le asegurará que la demanda ha sido tan grande en librerías pequeñas que han colocado todos los ejemplares y ya no les queda ninguno. O [culpará] a la distribuidora. O cualquier cosa menos reconocer la verdad: que no han imprimido los ejemplares que en principio habían [prometido]»: CAPTURA de pantalla con la que verifico la transcripción.

(7) Sus correos son impersonales: el aspirante a escritor BR recibe el mismo correo lisonjero que ha recibido el aspirante DG, en el que se lee, por ejemplo, que «su libro por cierto resultó una lectura realmente agradable» o que «su obra tiene mucho potencial». 

(8) Algunas de estas supuestas editoriales se hacen llamar «tradicionales», aunque la calificación riña con sus reprobadas prácticas, la peor de las cuales es pedir dinero a los aspirantes a escritores. No te engañes, pues, si en alguna parte hallas rotulada como «tradicional» alguna de estas supuestas editoriales, y menos si el hallazgo ocurre en Wikipedia, donde abundan los engaños con gala de anonimato y donde, por unas monedas, se puede comprar una falsa reseña. 

(9) Convocan concursitos cuyos premios causan lástima porque descubren la «pobreza» de quienes los convocan y la irrelevancia de ciertas «sociedades» editoriales.: tal premio consiste a veces en una supuesta «edición» de la obra ganadora, pero sin determinación del número de ejemplares por imprimir; otras veces en mil euros (cuando no 500 euros), de los cuales descuentan 20% por modo de impuesto. Muchos de estos concursitos no están para la búsqueda de excelencia en las obras participantes (ni siquiera las leen), sino para enredar a los autores en sus «servicios editoriales». Por esto, hallamos una frase común en sus bases, una frase trillada al tenor de esta «Ediciones… se reserva el derecho preferencial de publicación de aquellas obras no premiadas que… reúnan óptimas condiciones de calidad…». Por esto, todos los participantes reciben correos en los que la «editorial convocante» adula al autor diciéndole que «su novela nos gustó mucho y por eso queremos publicarla». Sin embargo, no pienses que «quieren publicarla» gratuitamente: piden dinero al autor con diversos pretextos.

(10) Procuran deslumbrar al autor con un mapa de lo que ellos denominan «mapa de distribución de las obras que editamos», en el cual vemos marcados todos los países hispanohablantes. Pero no por esto pienses que tienen distribuidores internacionales ni que tu obra estará impresa en ejemplares distribuidos por toda Hispanoamérica: esos puntos notados en tal mapa corresponden a librerías virtuales (Librería de la U de Colombia, Librería Pocho de Uruguay, etc.) que solamente imprimirán un ejemplar cuando el comprador virtual lo pida (Publicación Bajo Demanda o POD). 

(11) Los «mercenarios» insisten, o, por mejor decir, importunan, cuando no suplican, para que el autor ceda a lo que ellos pretenden: insistencia en la cual reconocemos que son «vendedores» antes que «editores», pues, así como un vendedor de seguros teme perder su empleo el día que no logra vender siquiera uno, así también estos «mercenarios» dependen de la venta de ilusiones para continuar en sus empleos. Se fingen extremamente amables, invitan al «escritor» a sus «oficinas», le telefonean varias veces, enfatizan en esto y en aquello, pero jamás concretan una propuesta editorial honesta. El cinismo de algunos de estos impostores se extiende tanto que mienten con decirnos que «destinamos parte de nuestros beneficios a obra social» o que «el editor aporta más económicamente que el autor»: mentira que queda insubsistente con la evidencia de las incorrecciones de las obras que «editan», como si el hacer una cubierta y una maquetación fuesen empresas tan costosas como ensamblar un coche (en freelance hay personas que casi regalan el trabajo, ofreciendo diseñar una cubierta por 10 euros).

(12) Algunos de estos oportunistas que se arrogan el título de editores tradicionales ofrecen un supuesto servicio gratuito de «edición»; pero es un señuelo como el que usan las «páginas para ligar gratis»: el incauto usuario, habiéndose inscrito allí, descubre muy a su pesar que lo único que puede hacer gratis es mirar los perfiles de las jovencitas y que, para hablar con ellas, tiene que pagar. Entiende con esto que algunos de estos oportunistas que se hacen llamar editores te ofrecen inicialmente un servicio gratis; pero, después, para sonsacarte dinero, te ofrecen servicios (como una supuesta distribución internacional) con una tarifa especial o a cambio de que les compres a lo menos 30 ejemplares de tu propia obra.

(13) Las «editoriales» sospechosas, cuando no exigen dinero al principio, lo exigen al final. Sabemos de incautos que, habiendo firmado contrato con tales impostores, se pavonean en los foros de Internet, vociferando que un fulano editor los agració con una «publicación gratuita» de sus novelas: vanidad que no les dura sino un año, al cabo del cual comienzan a quejarse del supuesto editor, diciendo que él les está cobrando noventa de los cien ejemplares que se imprimieron y que no se vendieron, o que el supuesto editor está reacio a pagarles los 40 euros que corresponden a la venta de los diez ejemplares que el autor vendió a diez miembros de su familia. Lo cual hallamos ejemplificado en el caso de una escritora, que por nombre tiene Sandra, a quien el supuesto editor exigía un dinero por ciertos ejemplares que no se vendieron. Leo ahora la DENUNCIA en este enlace.

(14) Las «editoriales» sospechosas publican muchos libros anualmente; sin embargo, tales publicaciones son mayormente virtuales y mal hechas (sin maquetación, sin corrección de texto); los pocos que imprimen son por POD (Print on Demand: cuando un familiar o un amigo del autor pide un ejemplar impreso).

Quizá hallarás fastidiosa esta mi instancia; mas, con todo, he de reiterar algo de lo que he dicho, amonestándote a no gastar un centavo en lo que estos oportunistas ofrecen con pretexto de «publicación». Esa pretensión de las «editoriales mercenarias» es tan absurda como lo sería la de una productora de cine si pidiese dinero a los actores que aspiran a un «casting». 

Ciérrate en un «NO», resistiendo las instancias, las adulaciones, las promesas de estos «mercenarios», aunque te digan que «aquello de cobrar por publicar» no es una práctica nueva (pienso probablemente que es contemporánea con el Internet): el hecho de que pidan dinero nos indica que son unos pelagatos. ¿Acaso te avendrías a dar dinero a tu vecino si este, colocando un letrero de PRODUCTORA DE CINE en el garaje de su casa, cobrase por los supuestos «castings» que estaría por hacer adentro? 

Estos «mercenarios» que se arrogan títulos de editores alquilan oficinas baratas, con conexión a la red de Internet, desde las cuales gestionan las intrigas con las que atraen incautos desesperados de tener sus obras publicadas. No obstante, algunos de estos «mercenarios» se amañan a disimular su rastrera condición, para lo cual toman en alquiler oficinas hermosas y compran la opinión de «lameculos», quienes, por unos pocos euros, escriben adulaciones en revistas y diarios; por ejemplo: «Editorial XXX representa… una de las escasas oportunidades para autores… que aún no disfrutan de la notoriedad…»: adulación que hallamos en un «diario» digital de España. Otro adulador o «lameculos», refiriéndose a una de estas «editoriales» mercenarias, ha escrito en el «diario» digital El País que «Editorial XXX se suma al ranking de las mejores editoriales españolas. Dicha lista la encabezan editoriales como Planeta, Alfaguara», con lo cual, supongo, se hizo merecedor de un desayuno suculento a costas de la «editorial» adulada. ¿Qué clase de sandeces son estas que publican impunemente en estos diarios de caca? ¿Quién sino un impostor equipara editoriales «reales» que nunca han pedido un centavo a sus autores con aquellas de garaje que cobran a los suyos amparándose en un título que desmerecen? ¿No es esto equiparar absurdamente una nación próspera, como Canadá, con una nación miserable de África?

Las editoriales de pacotilla no distan mucho de las falsas editoriales, pues, aunque aquellas no operan con la malevolencia de estas, no pueden hacer mucho por los manuscritos inéditos: carecen no solamente de dinero para pagar anticipo, sino también de los medios de distribución. Estos son algunos de los criterios que uso para declararlas como editoriales insuficientes o de pacotilla: 1) No piden dinero a los escritores, pero tampoco les anticipan un centavo. 2) En sus contratos no hay referencia a las librerías físicas donde se venderían los ejemplares impresos. 3) Cada año «publican» cuatro o seis títulos, con tiradas de treinta, cincuenta o, a lo sumo, cien ejemplares. 4) Se hacen llamar «editoriales independientes». 5) Se especializan en hacer decenas de «ediciones» digitales por año y en colocarlas en Amazon, Apple, etc.

Una «editorial real» nunca pide dinero a los autores de las obras que publican: antes se lo ofrece como anticipo porque las han leído y están certificados de su excelencia. Sin embargo, hay «editoriales reales» que prefieren el renombre del escritor sobre la cualidad de su obra, aunque sea desmañada o chapucera. Una editorial falsa no lee los manuscritos que los aspirantes a escritores envían, pero intenta hacerles creer que las leyó, por lo cual las alaba de excelentes y lisonjea a sus autores para que le paguen lo que pide por una supuesta «edición», y todo con el pretexto de «la crisis» y de no sé qué de «riesgos». 

El dinero que una editorial real ofrece al autor por su obra inédita garantiza que el editor trabajará por ella o, lo que es lo mismo, que la corregirá de sus faltas, antes de imprimirla en cientos de ejemplares para, finalmente, distribuirla en muchas librerías. 

El dinero que una editorial falsa te pide por «publicar» tu manuscrito nada garantiza: es o una prueba de que pueden hacer muy poco por tu obra, en caso de que pretendan hacer algo por ella, o un indicio de que, como timadores, nada harán por ella. 

Muchas de tales «editoriales» te prometen la impresión de trescientos o quinientos ejemplares de tu obra, publicidad y una distribución múltiple en varias librerías; pero, después que reciban el dinero que exigen por la supuesta publicación, solamente imprimirán una docena de ejemplares, la publicidad se limitará a una reseña escueta en cuatro o cinco páginas de las mal llamadas «redes sociales» y enviarán cuatro ejemplares a dos librerías más para adorno que para publicidad. Además, tu obra no será corregida de faltas si tuviese alguna o abundase de ellas, ya que estos «mercenarios» delegan la corrección en el programa WORD o delegan la tarea en la persona que hace las portadas en PhotoshopLo peor de todo, tu manuscrito ya no quedará como «inédito», lo cual implica que ya no podrás ofrecerla a editoriales reales ni participar con ella en concursos de literatura.

Una «editorial de pacotilla» es, pues, una que quizá lee tu novela inédita (ensayo, narración, etc.) después de dos o cuatro semanas de haberla recibido, y que, habiéndole hallado el mérito para publicación, acuerde contigo una edición impresa de cien o doscientos ejemplares, pero sin anticipo de dinero y sin distribución internacional (dos grandes desventajas en contra de los escritores que se avienen a este modo de publicación). 

Aunque hago una distinción entre las «editoriales de pacotilla» y las «editoriales falsas», conviene saber que estas y aquellas pueden hacer una «pesadilla» de tu proyecto literario. El cómo, el cuándo y el dónde dependerá de la calaña de las unas y de las otras. Algunos aspirantes a escritores no advierten su ingenuidad (o su simpleza) sino después de tres meses de espera en que sus supuestos «editores» remolonean para entregar los ejemplares prometidos (los que el autor compró); otros reconocen la «pesadilla» al cabo de un año cuando, queriendo exigir el pago de «regalías» o, por lo menos, una cuenta de las ventas de sus obras, nada reciben sino pretextos por parte de los supuestos editores: en algunos casos pretextan que no pueden enviar tales cuentas porque «las librerías no les han enviado las suyas»; en otros casos, pretextan que «las ventas de los ejemplares no alcanzaron un mínimo y que, por esto, no pueden pagarlas». En los peores casos, y después de más de un año de infructuosa espera, sin regalías ni reseñas de ventas, los incautos reconocen que sus obras han sido «secuestradas» por estas mal llamadas «editoriales». ¿Es posible? ¿En qué consiste este secuestro? Sí, por cierto: no solo es posible, sino una realidad en la que muchos de nosotros hemos incurrido y que nos certifica ser otra de las artimañas usadas por los falsos editores para defraudarnos de dinero.

Nótese que acá no uso una metáfora: cuando hablo de «secuestro», me refiero a que el autor de una novela (o de un ensayo) no puede disponer de su obra porque el supuesto «editor» le pide dinero para rescindir el contrato; lo cual, en otras palabras, es tener la obra «secuestrada».

En las líneas siguientes desmiento a estos impostores y mercenarios (lo de mercenarios es no solamente porque cobran dinero, sino también porque matan obras sin que estas hayan siquiera nacido al público); repito, los desmiento mostrando la incoherencia entre el pretexto (lo que ellos pretextan para atraer incautos a su reprobado negocio) y la realidad (lo que en verdad son o lo que en verdad hacen).

(1) Pretexto: «somos profesionales de la edición, publicación, distribución y promoción literaria…» Realidad: son impostores con ínfulas de profesionales: se alternan en las tareas de la oficina: el que hace siete cubiertas en un turno, al día siguiente, hace la «corrección» de nueve manuscritos con el programa de WORD; el que, el día lunes, hace el aseo y sirve el café, el día martes, hace las llamadas y las recibe; la persona que, el día miércoles, hace las maquetaciones (con Adobe InDesign), el día jueves, se ocupa en la impresión de los ejemplares que el incauto aspirante a escritor ha comprado. 2) Pretexto: «Asumimos todos los costes de la edición, publicación, impresión y distribución física de los libros…» Realidad: nada es gratis en este mundo terrestre, y aun nuestras madres esperan alguna recompensa o ganancia por habernos parido. Lo que estos impostores ofrecen como gratis es un señuelo barato para atraer autores sin renombre, a quienes, tarde o temprano, persuaden a la compra de alguno de sus «servicios», cuando no a la compra de ejemplares de sus propias obras. 3) Pretexto: «Editorial XXX selecciona, edita, corrige, maqueta, legaliza, imprime, distribuye, promociona y apoya a escritores que aún no gozan de la merecida notoriedad…» Realidad: No seleccionan porque no leen las obras que los autores les envían: verdad que reconocemos en la brevedad con la que estos oportunistas les responden, fingiendo un interés literario, pero disimulando el interés malicioso, cual es intentar sonsacarles dineros con el pretexto de una publicación de sus obras. Con lo cual afirmo que tales impostores así «publican» libros como panes amasan los panaderos, sin que hubiesen examinado la calidad de las obras recibidas. Corrigen tan mal que las dejan con galicismos, pleonasmos, españolismos, regionalismos, mala puntuación. No distribuyen porque no tienen red de distribución, sino una red virtual de «POD» (como Podiprint).

Luego ¿qué puedes hacer con tu manuscrito? Esta es la cuestión que, desde ahora, entretendrás, sabiendo de impostores, oportunistas, falsos mecenas y mercenarios. 

Los concursos podrían ser una alternativa de búsqueda si no fuera porque la mayoría de ellos están tan viciados como las «editoriales». Para reconocerlos, bastará averiguar cuáles son los premios que prometen, quiénes los dirigen, de qué países proceden las convocatorias, etc. En muchos casos, tales concursos son parte de designios insidiosos de falsas editoriales y de editoriales de pacotilla, con los que ellas procuran direcciones de correo de los incautos participantes para venderles servicios «editoriales» con ilusivas promesas, como la de la publicidad de sus obras inéditas, la distribución, etc. En otros casos, estos concursos son organizados de cualquier manera por personas que son ajenas a las artes editoriales (por ejemplo, la municipalidad de tal o cual pueblo, un ayuntamiento), quienes delegan la «elección» de las obras ganadoras en personajes que tienen las mentes tan cerradas como las entradas de sus culos.

De todos esos falsos «concursos», los más aborrecibles son aquellos que los convocantes denominan «internacionales», pues muchos de ellos no son tales: los resultados convencen que fueron amañados para que los ganadores fuesen connacionales. No es raro entonces que, en los «concursos» organizados por españoles, los «premiados» sean de nacionalidad española, como ocurre con el Premio Jovellanos, o que, en los «concursos» convocados por mexicanos, los «premiados» sean de nacionalidad mexicana. 

La falsa denominación de «Internacional» es una pretensión para ennoblecer o divulgar los nombres de asociaciones u organizaciones que están como invisibles y, en otros casos, para comunicar a los «premios» cierta relevancia que de otra manera no ganarían: «premios» incongruentes con las circunstancias, cuando no ridículos (por ejemplo, lotes de libros, 100 euros, diploma).

Para verificar esto sobre la incongruencia de los «concursos internacionales», baste saber que algunos de ellos ofrecen 300 euros como premio, pero con la condición de que el ganador asista al acto de premiación. ¿No es esto prueba suficiente para entender que estos concursos están amañados? ¿Podrá o deseará alguien de Argentina comprar un tiquete de avión con dirección a España para recibir un miserable premio que no representa ni la mitad de lo que cuesta el tiquete? Nombro España porque la mayoría de estos engaños «literarios» han sido ingeniados en esa nación, en agravio de las naciones hispanoamericanas.

 

«EDITORIALES» SOSPECHOSAS QUE CONVOCAN CONCURSOS PARA EMBAUCAR A LOS PARTICIPANTES

 

Las siguientes «editoriales» convocan concursitos de novelas inéditas cuyos «premios» causan lástima porque, a veces, consisten en una «publicación», sin anticipo de dinero ni una determinación del número de ejemplares, y porque, otras veces, el premio consiste en 500 o 1000 euros (allá el simplón que se contente con tan poco). 

Es de saber, además, que en muchos casos el autor, habiendo suscrito el contrato en el que cede los derechos de autor de su obra, espera un año, al cabo del cual la «editorial» no paga regalías aduciendo que las copias de la novela no se han vendido o que las copias son insuficientes para hacer un pago mínimo.

Otra práctica reprobada que cometen las «editoriales» que organizan estos concursitos es que contactan a casi todos los participantes para embaucarlos, diciéndoles que sus obras, aunque no ganaron, les resultaron muy interesantes y que están interesados en publicarlas. Pero no ofrecen anticipo de dinero, sino por el contrario, piden dinero a los escritores, o los envuelven en un «crowdfunding» en el que los embaucadores se lucran del dinero recogido y los autores hacen todo el trabajo de rogar, y aun suplicar, una colaboración en las redes sociales.

(1) Editorial TandaiaEspañaDe la supuesta editorial Tandaia un autor dijo: «yo fui otro de los que casi cae en las redes de Tandaia […] participé del concurso, me enviaron un mail diciéndome que, a pesar de no estar entre los 20 finalistas, les había encantado mi novela y me hacían una supuesta propuesta editorial. Y a los 5 días saltó el pequeño detalle de que debía comprar… 90 ejemplares por adelantado. A la media hora les dije que no estaba interesado. El problema es que -en teoría- hubo 600 personas que participaron, con lo cual tienen un “amplio mercado” para […] su estafa» (leo el TESTIMONIO para verificarlo). Otro autor dijo en el año 2018: «El concurso lo organizaba… Tandaia… me ofrecieron un contrato de edición a pesar de no haber obtenido el primer premio… Tras investigar un poco… noté dos cosas: que publicaban libros como churros y que… ninguno de los títulos de su catálogo se encontraba disponibles en más de ocho librerías» (verifico este testimonio con este ARTÍCULO). Es de saber que alguien, en nombre de esta supuesta editorial, e imputándome de inexactitud, me envió un correo un día del año de 2019 para redargüirme. En tal correo, el individuo me dice por modo de pretexto que «llevamos casi cinco años basando nuestro sistema en la valoración de calidad y consiguiente campaña preventa para evaluar la aceptación por parte de los lectores...» Pienso, sin embargo, que lo que ellos denominan «preventa» es otro embeleco que adoptaron para disimular su insuficiencia, si no su malicia, porque aquella consiste en enredar a los autores en un «crowdfunding» que poco o nada aprovecha al buen suceso que cada autor merece por su obra. Para advertir la incoherencia entre la realidad y el pretexto, basta detenernos en su última parte: «evaluar la aceptación por parte de los lectores...», y, enseguida, preguntar cuáles lectores si quienes contribuyen al «crowdfunding» no son lectores, sino familiares y amigos del autor, el cual, obligado a vender el número mínimo de ejemplares que el supuesto «editor» le exige, recurre a aquellos con ruegos, y aun súplicas, para que contribuyan al «crowdfunding». ¿Es esto «evaluar una obra»? No, por cierto. Esto es hacer trabajar al incauto autor durante una temporada en beneficio de quienes se arrogan un título de «editorial», porque, acabada la temporada, la obra literaria queda tan estancada como el agua de una laguna. No estoy insinuando que el «crowdfunding» sea un fraude, sino que este método de promoción es tan ilusivo como el de quien come muy bien solamente un día entre mil después de haber pedido limosna durante una semana.

(2) Ediciones Oblicuas, España. Esta «editorial» se ingenió un concurso barato, cuyo supuesto premio consiste en mil euros (de los cuales deduce el 20% para los bastardos del gobierno). ¡Qué miseria para una novela! Para colmo, no especifica cuándo paga el supuesto premio. Con tal concursito, Ediciones Oblicuas acopia los números de teléfonos y las direcciones de correo de autores que están ávidos de publicación, a los cuales envía su deshonesta propuesta de «coedición». Este es un aparte del correo electrónico que esta «editorial» envía a los participantes, queriendo hallar incautos que incurran en gastos de dinero en favor del supuesto editor: «El motivo de esta carta, aparte de, por supuesto, agradecerte desde Ediciones Oblicuas tu amabilidad por participar en nuestros X PREMIOS LITERARIOS, es de (sic) informarte de (sic) que, a pesar de que tu obra no ha resultado vencedora, sí que ha recibido una valoración positiva por parte de nuestro jurado. […] queremos ofrecerte la posibilidad de realizar una coedición con nosotros. La coedición consiste en que editor y autor se implican a un 50% en los gastos del proceso de edición». Una persona protestó de esta manera: «… Ediciones Oblicuas me ofreció publicar con ellos […] hablé con algunos escritores que conocía y me hicieron ver la realidad. Creo que los autores, por muy noveles que seamos, debemos tener un poco más de autoestima y no aceptar lo primero que nos ofrezca una editorial de medio pelo (si es que podemos llamarla así)»: PRUEBAS e IMÁGENES.

(3) ÁPEIRON Ediciones, Madrid, España. Esta «editorial» convoca concursos de novela y de ensayo, como el Premio Gregorio Samsa de Novela de Ciencia Ficción (los premios no son dinero en efectivo), con el principal propósito de obtener direcciones de aspirantes a escritores a quienes envía correos con su fingida oferta: «Le escribo… para comunicarle que la obra que presentó a nuestro certamen ha sido valorada por nuestro comité para su posible publicación en Ápeiron Ediciones… También tendría que aportar (sic) una única colaboración económica de 884,56 euros… en concepto de maquetación, coste de la gestión legal (número de ISBN), publicación y gastos electrónicos... La edición propuesta supone la publicación de su obra en formato eBook (PDF-DRM Adobe) y papel (POD). Le adjunto el archivo pdf con los datos bancarios». Nótese que ellos no ofrecen una tirada, sino una edición electrónica y otra «bajo demanda», es decir, si alguien pide un ejemplar, lo imprimen, con lo cual los 684,56 euros que piden quedan en provecho de ellos, porque la maquetación, el ISBN, la «publicación» no ha de costarles más de lo que cuesta una botella de vino barato. Un autor se lamentó de esta supuesta editorial diciendo: «el contrato adjunto confirmaba los abusos cotidianos en la actual situación del mundo académico y literario… cesión de derechos durante 15 años, para una tirada exclusivamente digital y POD»: PRUEBA de la transcripción.

(4) Ediciones Lacre, España. Esta «editorial» convoca concursitos cuyos premios tienen más semejanza con las burbujas de jabón que con las flores artificiales, pues consisten en la supuesta publicación de las obras que señalan como ganadoras. Uno de estos concursitos es el Premio Biblioteca de Alejandría de Novela, con el que recolectan números telefónicos y direcciones de correo de los participantes, a quienes, posteriormente, envían propuestas de coedición con un mismo tenor: solamente cambian lo que atañe al nombre del escritor (COPY and PASTE); para ejemplo de lo cual transcribo un aparte de lo que me dijeron en uno de sus desdeñables correos «la difícil situación por la que atraviesa el mercado editorial ha impedido valorar positivamente las posibilidades comerciales de una obra cuyo autor aún no goza de la notoriedad que merece», lo cual es un pretexto para promover sus reprobados designios a buen término. Esta supuesta editorial, Lacre, a veces se luce en el diseño de las portadas de los libros virtuales que edita; pero no te dejes engañar: ¿qué aprovecha ofrecer en venta un excremento envuelto en papel dorado si el potencial comprador advierte la malicia del producto con solamente desenvolverlo? Hallé en este foro la siguiente opinión sobre esta supuesta editorial: «Ni te dicen el número de páginas, ni la cesión de años, no existe la posibilidad de correcciones y ellos no corrigen…» Si el enlace no te funciona, es porque, en ese foro, los acobardados eliminan los comentarios cuando los amenazan.

(5) Ediciones Áltera, España. Esta supuesta editorial también tiene su concurso barato para acopiar direcciones de correo de los participantes. En las bases de dicho concursito, casi repiten las mimas bases de otras «editoriales»: «Un comité de lectores designado… realizará la preselección de los manuscritos recibidos».

(6) Editorial Avant, España. Convoca un concursito de novela y poesía cuyo supuesto premio es la miserable cantidad de 500 euros. Si lo paga o no, no es la cuestión que propongo acá. Hace dos o tres años, participé en él con una novela inacabada y bajo un falso nombre. No obstante, «Editorial» Avant me escribió entonces con el pretexto de querer publicar la novela porque, según el «editor» (un sinvergüenza cuyo nombre comienza por E), «les había gustado mucho» (y eso que estaba inacabada). Me pidió dinero con pretexto de corregirla. Esta semana, he recibido correos de otros participantes del «concurso», quienes denuncian que el «editor» les ha escrito con el mismo pretexto y con la misma plantilla: «… seguimos siendo pequeños. De ahí que busquemos la ayuda de nuestros autores para poder sacar adelante nuestros libros. No, no es autoedición, ni siquiera coediciónSolo pedimos a nuestros autores que se hagan cargo del coste de la corrección…». Para reforzar sus redes, esta «editorial» usa una artimaña común a otras «editoriales» sospechosas, la cual consiste en adular al autor con «tu obra nos ha gustado y creemos que podría ser atractiva para un amplio público» y en exagerar el número de los participantes del concursito (dice que 900, pero quizá sean menos de 300). Si tú, como aspirante a escritor, participaste en uno de sus concursitos, recibirás un correo con las mismas palabras que acabo de transcribir, pues las mañas de «editorial Avant» no se extienden a componer correos personalizados: usan una plantilla en la que se cambia solamente el nombre de la persona a la que se dirige el correo. PRUEBA de transcripción. Además, el cretino que dirige esta supuesta editorial pide dinero a los novatos con el pretexto de corregir sus manuscritos. Una persona que cayó en las redes de esta supuesta editorial me envió un ejemplar de su novela, en la cual hallamos tantos errores que no nos queda duda acerca de los fingimientos del susodicho cretino. PRUEBA de lo que digo.

 

 

 

«EDITORIALES» FALSAS, SOSPECHOSAS Y DE PACOTILLA

 

Adviértase que acá cito las supuestas editoriales, pero sin una especificación de cuáles son las falsas y cuáles son las de pacotilla, pues, aunque nuestro mundo es una maraña de asuntos torcidos, apenas habrá alguien que no se asegure contra la infamación amparándose en la palabra «derecho». Sin embargo, quiero que entiendas que todas las editoriales mencionadas son sospechosas o de poca utilidad a las personas que aspiran a ser escritores y que carecen de renombre. 

Juntamente con esto, te amonesto a que te abstengas de contactarlas, como que cualquier transacción que hagas con ellas resultará desaprovechada o, lo que es lo mismo, las personas que las administran son oportunistas que no tienen siquiera con qué sacar una tirada de a lo menos 100 ejemplares, cuanto menos con qué pagar anticipo de dinero a los autores. 

Aunque algunas pocas de estas supuestas editoriales no cobran (no por decencia, sino porque las denuncias de los blogs los ha constreñido a modificar sus artificios), el provecho de firmar un contrato con ellas será poco o ninguno, como que la «publicación» de las obras es «virtual», con la probabilidad de que la tuya no venda más de seis o diez ejemplares digitales cada año. A pesar de lo cual los «editores» porfían en que son «profesionales», excusándose de las imputaciones con decir que quienes los imputan de falsos son personas de la competencia o escritores despechados que jamás han tenido contacto profesional con ellos.

 

(1) Editorial Chiado, España. Estos son apartes del correo que esta «editorial» envía a todos los autores que, como incautos, le han ofrecido sus manuscritos para publicación: «Después de haber realizado el análisis comercial y literario de la obra, reconocemos en la misma un potencial editorial y por ello tenemos la siguiente propuesta para ofrecerle… El Autor tendrá que adquirir una cantidad mínima de 130 ejemplares a Precio de Autor…». Es de inferir, con mucha verosimilitud, que estas personas con ínfulas de editores hacen imprimir solamente los 130 ejemplares y que los otros 370 que prometen imprimir para distribución internacional son solamente ejemplares virtuales, los cuales nunca serían promovidos a tinta y papel, a menos que fuesen comprados «bajo demanda» y por Internet. Un autor dijo: «Un caso más que similar fue el de la supuesta editorial Chiado. Su oferta era prácticamente calcada a la de Verbum. Encontré en Internet alguna referencia a Chiado Editorial, nada alentadora por cierto». LEO el testimonio. Otro autor dijo en esta página de Bubok: «Ni se te ocurra creer… que ellos van a distribuir tus libros. Los únicos que van a vender son esos que te dan… por 7 euros. Mentirita todo». Otro autor dijo: «no advierten que se trata de coedición, sino que inducen al autor a creer que está ante una editorial que leerá su manuscrito y que le pagará un adelanto por este». PANTALLAZO que confirma la transcripción. Una autora nos dijo: «me contactó Chiado y me ofreció… que yo pagara todo y además les vendiera un montón de ejemplares. Y que… las ganancias eran para ellos…»: CONFIRMO lo dicho y RESEÑA acerca de las faltas halladas en los libros «editados» por esta supuesta editorial.

(2) Editorial Atlantis, España. Transcribo enseguida lo que un autor escribió acerca de la supuesta Editorial Atlantis: «… ten mucho cuidado con las coediciones ocultas. Aquí señalaré a Ediciones Altlantis, la cual exige que el autor venda 100 libros en su presentación, de los cuales este no percibe ni un mísero céntimo. Todo va para la editorial. Con eso se asegura al menos 2000 euros. Posteriormente, no distribuye el libro de [manera] adecuada y se olvidan de él por completo, como bien han denunciado las compañeras S… Gallegos y G… Romaní»: el enlace a la DENUNCIA completa. Otra de las víctimas se quejó denunciando que Atlantis no le pagó: «… no es fiable… hace 4 años (ya ha cumplido el contrato) me publicaron y no he recibido un solo euro». PANTALLAZO para verificación. Beatriz, otra víctima de Atlantis, dijo: «Sus ingresos se basan en los 50 libros que vendes a tus familiares y amigos. Jamás venderán tu novela en ningún sitio ni te pagarán nada nunca. No caigas en la trampa como caí yo».  VERIFICO el testimonio. Otro autor dijo: «Yo también he tenido alguna mala experiencia de coedición con Atlantis. Portada feísima… distribución inexistente»: VOY a leer el testimonio. Otro autor se lamentó de esta manera: «La editorial con la que publiqué mi primera obra se llama Atlantis, seguro que muchos la conocéis. Con una somera búsqueda, encontraréis múltiples opiniones negativas respecto a ella, a las que me dispongo a sumar la mía…  todas las promesas que me habían hecho en referencia a la difusión y distribución de mi libro se evaporaron»: PRUEBA.

(3) Editorial Adarve, España. Las personas que administran esta supuesta editorial se amañan a hacerle una publicidad presuntuosa o, por mejor decir, engañosa, diciendo que son una «editorial tradicional»: embuste que, a cambio de algunas monedas, algunos periodistas de pacotilla reproducen en «blogs» y diarios, y aun en la sospechosa Wikipedia. No te engañes, pues: recuerda que una «editorial tradicional» no pide dinero a los autores ni admite a «su colección» todo cuanto le llega por vía de propuesta de publicación. Si como incauto ya les enviaste tu manuscrito inédito, no tardarán en responderte con su «magnífica propuesta de edición» (entiéndase esto como una ironía de mi parte), porque apenas leerán sus dos primeras páginas, cuando mucho. Si les respondes que no estás por acceder a su «magnífica propuesta», te llamarán por teléfono para rogarte. Si porfías en tu negación, te invitarán a sus instalaciones para «doblegarte» o, por mejor decir, para deslumbrarte con sus muebles modernos. Un autor nos dijo: «… mandé una novela a Adarve y contestaron enseguida entusiasmados; todo precioso, hasta que me pidieron 860 euros que me devolverían cuando se vendieran 500 ejemplares. Dije que no y me llamó la directora. Por más que trató de convencerme, me mantuve en un NO rotundo, lleno de decepción»: LEO el testimonio completo. Otro autor nos dijo: «Como escritor novel, envié mi primer libro… a ediciones Adarve… después me dicen que, si tengo alguna duda, contacte con ellos, pero no sé, las formas son muy sospechosas. Alguien que realmente… ha leído tu libro y quiere apostar por él, no actúa así, salvo que sea un cretino»: LEO acá más de este testimonio. Otra autora nos envió un testimonio contra Adarve: «Piden 860 € por publicar. Reintegrados cuando vendas 500 libros. Ja. Esto no se hace y punto…. Tardan menos de un mes en responder. Si tuvieran tantos manuscritos tardarían más. Tiempo normal de respuesta de una editorial: 6 meses»: VERIFICO la transcripción. Otra de las víctimas de Editorial Adarve denunció en Youtube: «… publiqué un libro con esta gente hace casi dos años y no me han pagado nada. Me toman el pelo…. Desgraciados. Yo también haré un video similar. Sería bueno que hiciéramos una lista de los afectado por Adarve…»: VERIFICO la noticia comunicada. En el año 2016 participamos en un concursito «internacional» convocado por esta supuesta editorial: PREMIO NOVELA CASTILLO DE PLATA. Ignoramos quién fue el ganador del concursito. Sin embargo, es de saber que nos enviaron una propuesta en la que, con pretexto de publicación, nos insinuaron la siguiente desvergüenza: «Su colaboración en esta edición se va a limitar a adquirir algunos ejemplares de su propia obra». Clasificamos esta supuesta editorial entre las sospechosas no solo porque tratan de persuadir a los autores a la adquisición de sus propias obras como condición de una supuesta publicación, sino porque está emparentada con otras supuestas editoriales mucho más sospechosas, cual Áltera y Flandes (parece que las tres hacen parte de una misma sociedad denominada Caudal). Nótese que la tal Áltera tiene ya en su contra una condena por plagio, como queda dicho en el aparte correspondiente. En el año de 2020 han vuelto con su «concursito» de novela, cuyo «premio» es la «publicación» de la obra ganadora. Sospecho probablemente que no imprimen sino unos pocos ejemplares de la obra ganadora (veinte o cuarenta), y con eso engañan al ganador. ¡Ea, escritores, exigid respeto! Un premio de novela debería consistir a lo menos en cinco mil euros. Para saber de los errores que comete esta supuesta editorial en sus ediciones, VOY al examen.

(4) Editorial Áltera, o Ediciones Áltera, España. Para advertir cuán sospechosa es esta supuesta editorial, basta leer el ARTÍCULO del diario el País (CAPTURA de pantalla si el artículo ha sido eliminado), donde consta que uno de los editores de Áltera fue condenado por plagiar un libro. Si enviases tu manuscrito a Áltera, al cabo de diez días o menos, recibirías una respuesta que es la misma en todos los casos, como que copian y pegan con el mouse, usando una plantilla: «… tras un detallado estudio de valoración…, deseamos comunicarle que no se encuentra en consonancia con la línea editorial... Sin embargo y dadas las cualidades de su obra, estamos en condiciones de hacerle una propuesta desde este sello filial… solicitamos únicamente que adquiera algunos ejemplares de la obra objeto de publicación». Tengo averiguado que estos mañosos de Editorial Áltera están emparentados con otra supuesta editorial que denominan ADARVE. Alguien me confesó: «recibí una oferta de… Áltera… estaba a punto de aceptar el contrato… cuando decidí investigar sobre la seriedad de la editorial y encuentro referencias que dejan mucho que desear…». VERIFICO la transcripción. Esta supuesta editorial tiene un concurso amañado por medio del cual procura enredar a los participantes en una coedición. ENLACE para que sepas más del tal concursito.

(5) Editorial Seleer, España. Con solo que escribas en un buscador estas tres palabras «Editorial Seleer Opiniones», hallarás que tiene peor reputación que un dictador. Por ejemplo, una de las víctimas nos dijo: «CERO promoción, CERO distribución, CERO respeto hacia mi obra… El diseño interior, portada y maquetación de la novela dejaron mucho que desear… Editorial Seleer NO revisa los manuscritos… Les importa un comino publicar una novela con erratas…»: VERIFICO el testimonio. Otra persona dijo «… efectivamente, es de copago… lo camuflan diciendo que buscan autores de calidad y que las novelas tienen que pasar un comité de revisión»: VOY al texto original. Otra persona afirmó lo siguiente: «Revisando la web de la editorial Seleer, he encontrado que ni siquiera tienen cuidado al escribir»: CAPTURA de pantalla. Otra de las víctimas se lamentó, diciendo: «me enviaron una factura a fin de año de contrato como si fuera hecho en Word, con colorines y todo. Diciendo que me… pagarían en libros»: VERIFICO la transcripción. Otro autor dijo «confirmo que… SELEER sigue prácticas muy dudosas ... Edición inexistente, promoción nula y distribución mínima, sin mayores involucraciones»: TESTIMONIO. En el mes de diciembre de 2019, un autor español, el cual se hace llamar Antonio C, nos confesó: «El segundo [libro] fue con Seleer […] no me costó dinero, compré 7 ejemplares para regalar, pero la edición es malísima, […] el dueño vive en México y su representante en España es una brasileña. El negocio de ellos consiste en que venden descargas supuestamente piratas por Internet de las que ellos […] saben nada […], no he visto un duro.» Antonio C nos dice que esta supuesta editorial nada cobra por lo que ellos denominan edición, pero conviene recordarle o hacerle saber que estos oportunistas se especializan en ediciones virtuales (libros impresos solamente si el autor los compra) y que, si no cobran ahora por publicación, es porque apuestan al desespero del autor: de doscientos autores que firman con esta supuesta editorial la mayoría no alcanza a cobrar un centavo porque la «editorial» exige un mínimo de venta. Supongamos, pues, que de estos doscientos autores ciento ochenta renuncian a cobrar el dinero por los pocos ejemplares que se vendieron de manera virtual, ¿a quién aprovecha tal renunciación sino al supuesto editor, el cual de centavo en centavo va ganando cierta cantidad de euros? Por eso hacen ediciones desaliñadas o chapuceras. Por lo mismo, publican todo cuanto les llega, sin haber leído siquiera una página de ese todo. Finalmente, otro autor confesó: «se llama Seleer, y pertenece a una de estas editoriales piratas que se aprovechan de la buena voluntad de los noveles con contratos de coedición»: TESTIMONIO. ¿Buscas una crítica sobre los libros «publicados» por SELEER?

(6) Grupo Tierra Editorial, o Grupo Tierra Trivium. España. Esta supuesta editorial se especializa en algo sospechoso que se denomina «coedición». Y digo sospechoso porque todo lo que tenga la palabra «coedición» implica engaño o a lo menos una ventaja del supuesto editor sobre el novato escritor. Para prueba de lo cual, expongo el caso de uno de los escritores que han caído en uno de los engaños que estas fingidas editoriales disponen contra los inexpertos. Tal autor (a quien, por seguridad, denomino con el seudónimo de Stellio) dice que él firmó un contrato con Tierra Trivium, en virtud del cual la «editora» (una tal Jimena) se obligaba a la corrección de texto, impresión de 200 ejemplares, presentación, promoción del libro y distribución, todo lo cual, finalmente, se experimentó falso, porque Jimena no hizo presentación, ni promoción, cuanto menos la corrección, ni sacó la tirada de 200 ejemplares. Stellio sospecha con mucha probabilidad que los pocos ejemplares vendidos fueron impresos bajo demanda y afirma con mucha razón que Jimena «Esperaba solamente que mis conocidos y familiares y yo corriéramos con los gastos, comprando todos los libros sin preocuparse de la calidad de la obra». Es tal el cinismo de estos supuestos editores que ahora la tal Jimena reconoce que la novela de Stellio contiene muchos errores y que no le hizo la revisión debida. Lo que es peor, exige al autor el pago de los 200 ejemplares porque, según el contrato, él se obligaba a comprar los ejemplares en el caso de que no se vendiesen (he aquí la trampa: hacen creer al autor que le están ofreciendo un servicio gratis, pero solapan la verdadera intención, cual es poner a trabajar al escritor para que los amigos y los familiares suyos compren ejemplares bajo demanda, so pena de exigirle el pago de los ejemplares que no se vendieron). En fin, la tal Jimena no quiere pagarle los pocos ejemplares que se vendieron y lo amenaza con una demanda (algo muy común a estos bellacos) y con tener secuestrada su obra por dos años. EXHORTO A LOS ESCRITORES QUE TIENEN PROBLEMAS CON GRUPO TIERRA a que me escriban PARA FORMAR UN GRUPO DE DENUNCIA COLECTIVA CONTRA ESTOS IMPOSTORES, y aun para hacer conjuntamente la denuncia legal. Una persona nos dijo: «Grupo Tierra Editorial ahora se llama Grupo Tierra Trivium… Parece que es una estrategia de estas editoriales piratas cambiarse el nombre»: VERIFICO el testimonio.

(7) Libros Indie o Editorial Indie, España. Ya he expuesto razones por las que conviene evitar «editoriales» que hacen campañas sospechosas en Internet para atraer autores novatos. Tales campañas son indicio de la insuficiencia de aquellos que se entrometen a «editores» y que no tienen dinero ni medios para imprimir y distribuir obras inéditas. Un autor dijo: «Libros Indie es una editorial más de las muchas editoriales ‘bajo demanda’ que han proliferado… No te cobran nada porque tampoco invierten nada en tirada de libros… los libros solo están disponibles en internet (Amazon, se supone) y en alguna otra plataforma... Evidentemente, si nadie… pide esos libros, no llegan jamás a las librerías porque, para empezar, ni siquiera existen físicamente. El principal cliente sigue siendo el propio autor»: VERIFICO la transcripción. En defensa de su «editorial», me escribieron dos de las personas que tienen parte en ella (uno tiene por nombre Luis y, el otro, Gustavo). El primero me dijo que, como nada cobran por publicar, no son verdaderos los testimonios que yo cito acá. Para acreditar más su defensa, me insinuó que puede ser que tales testimonios se deriven de una confusión con una editorial argentina que se denomina semejantemente como ellos: INDIELIBROS. El segundo (Gustavo) me dijo casi lo mismo que el primero (Luis), solo que confiesa que, al principio, no corregían los libros «publicados». Yo no estoy acá para dirimir esta cuestión ni para determinar si el tal Luis y el tal Gustavo son verdaderos o falsos en sus defensas. No obstante, amonesto nuevamente a los escritores a rehusar tratos con las «editoriales» que piden dinero o con las que, aunque no pidan dinero, imponen condiciones «mínimas», como aquella condición por la que el autor incauto se obliga a «hacer una presentación» para que sus familiares y amigos compren los pocos ejemplares que la «editorial» imprime de su obra.

(8) Editions Mélibée, o Ediciones Melibea, Francia. El «descaro» de esta supuesta editorial es tal que sus administradores estafaron, no solamente a autores francófonos, sino también a hispanohablantes. Disimulan el engaño diciendo a los incautos que «… los gastos necesarios para comercializar su obra van a cargo nuestro: impresión y reimpresión, logística y gestión, promoción y distribución, así como la catalogación del libro a escala nacional y en las principales webs de compras en línea» Pero, enseguida, descubren su calaña, añadiendo que «La cantidad de tu participación se limita al coste inicial de la concepción de la maqueta. Desde el diseño del texto hasta la creación de la cobertura, el coste total sería de 2.555 euros» Es de notar que esta supuesta editorial ha cesado, o a lo menos su página de Internet. Mas no extrañemos si vuelven al mañoso negocio con un nombre diferente. 

(9) Editorial AdarveFlandes EditorialAlteraCaudal, España. Estas cuatro supuestas editoriales pertenecen a un no sé qué, que se hace llamar Grupo Caudal, y todas cuatro, como paridas por una misma madre, usan pretextos afines para persuadir a los novatos a que den dinero para una supuesta coedición. Ignoro por qué diversifican los nombres, si es para atrapar con varias redes a los incautos o si es para distanciarse del nombre de Altera, el cual ocurre en los buscadores, pero relacionado con un caso de plagio. Bajo el nombre de ÁLTERA, el «editor» pide dinero con el pretexto de que este es para la adquisición de los primeros ejemplares de la obra; pero, bajo el nombre de FLANDES, el dinero (400 euros o más) es con el pretexto de corrección del manuscrito, según consta en el mañoso contrato que el «editor» envía: «Que el AUTOR realiza una aportación (sic) de 400 euros por la corrección del manuscrito. Así mismo, recibirá dos ejemplares de la misma en el momento de su publicación»

(10) Editorial Calíope o Max Extrella Ediciones, España. Esta «editorial» exige al autor 790 euros con el pretexto de que son para los primeros 50 ejemplares. Prometen diseño de cubierta e Impresión bajo demanda, todo lo cual el autor puede hacer por sí solo si quiere ahorrarse ese dinero. Esta «editorial» desmerece confianza por el solo hecho de pedir dinero a los autores. Sus correos son de plantillas: copiados por medio de COPY and PASTE, en los que ni siquiera hace referencia al título del manuscrito que elogian falsamente. «En la actualidad, el mercado editorial no da cabida a autores que todavía no son conocidos, algo que nos apena profundamente»: pretexta el administrador de esta «editorial», suponiendo que todos los que le escriben son pelagatos como él. «Su obra nos ha parecido interesante y creemos que debe ver la luz bajo una buena edición»: es el tenor de una de las lisonjas que ellos repiten. Un autor nos confesó: «… ni se han molestado en leer el libro… son una cuadrilla de vagos y estafadores»: VERIFICACIÓN de transcripción. Otra víctima nos dijo: «Yo caí en su trampa […] me ilusioné al no encontrar malas críticas Ya de primeras me pidieron dinero para la publicación, la corrección y el marketing Ellos me aseguraron que trabajarían desde que recibieran el primer pago, y obviamente, no fue así les pasé una foto para que hicieran la portada y, literalmente, pusieron la misma foto como portada vi que no habían corregido una mierda y me dijeron que, si quería corrección profesional, que pagase más. Enfadado, pagué más y encontré faltas que no me corrigieronAdemás de todas estas putadas que ya son más que denunciables de por sí, los muy cabrones no han querido pagarme lo que debían de las ventas que conseguí gracias a la promoción que hice yo mismo Ni un mísero euro son capaces de soltar estos putos engendros»: VERIFICACIÓN del testimonio.

(11) Windmills International Editions, USA. El sofisma que esta «editorial» usa es ingenioso si comparado a los sofismas de otras editoriales: dicen que son una institución de beneficencia que asume el 25% de los costos de una supuesta edición, la cual se realizaría con una donación de dinero que correspondería al 50% de otros benefactores. Con estas cuentas, piden a los autores que asuman el 25% que resta para completar los gastos. No faltan los incautos que se dejen involucrar en tamaña patraña.

(12) Ediciones Ruser, España. a) Esta supuesta editorial se vale de decenas de pretextos para que el aspirante a escritor acabe por comprar a lo menos treinta ejemplares de su propia obra (no a cualquier precio, sino al precio de venta al público), y eso que se denomina engañosamente «editorial tradicional». El autor compra treinta ejemplares de su propia obra, creyendo que la «editorial» hará imprimir una «tirada» gratuita cuando el autor los haya vendido. b) Los galicismos abundan en los correos de esta «editorial»; lo cual es un índice de su insuficiencia. c) Una de las tretas que «editorial Ruser» usa para acreditar que lee los manuscritos enviados es, primeramente, pedir al autor las primeras páginas del suyo y, después de algunos días, pedirle el manuscrito completo, con pretexto de leerlo. d) Y puesto que son como las serpientes, que, cuando uno las toca, se revuelcan, el cretino que dirige esta supuesta editorial me envió un correo para redargüirme, no con humildad, sino con la petulancia de un bellaco descubierto: «… cuando el departamento comercial, (sic) entiende que existe riesgo al realizar la inversión, Ediciones Ruser ofrece a los autores la posibilidad de publicar su obra con un mínimo compromiso de venta, que no llega a los 30 ejemplares y le puedo asegurar que los escritores que han apostado por esta opción están muy satisfechos y agradecidos». Me desdeñé de responderle el correo, pero le contesté en este blog, diciéndole que no podrá persuadirme a creer lo que afirma, a menos que me envíe evidencia de que sus «autores» están vendiendo siquiera doscientos ejemplares de sus obras por año. ¿No será que están satisfechos y agradecidos porque todavía no han recibido la primera reseña de sus «ventas»? ¡Ay de los ilusos! ¿Cuánta frustración experimentarán cuando, al cabo de un año de espera, «editorial Ruser» les avise que vendieron apenas seis ejemplares? Sí: seis, pero seis que los autores vendieron a los familiares. Meses después, el «editor» de Ruser, un tal Francisco R, me escribe para amenazarme. El pelagatos tiene ínfulas de bravucón y de intocable, pero ignora que en América no tememos a las leguleyadas de los pícaros del «reino de España». Semanas después, el bravucón muestra su peor calaña, la de bellaco, con un correo anónimo en el que emplea una jerga como de ladronzuelo, diciendo, entre otras cosas, que yo soy una «puta» y que «debería» suicidarme. Un autor me confesó que «Ediciones Ruserte envía e-mails personalizados alabando tu obra... son e-mails tipo personalizados, los cuales, pueden hablar de cualquier libro haciéndote creer que se lo han leído. Luego te vienencon la estafa de las presentaciones. Que si vendes 30... Campeón, no me toques los cojones le dije, que ya llevo 4 presentaciones y sé de sobra que no te vienen ni 10.»: VERIFICO el testimonio. Otro autor, cuyo nombre es David, me dijo: «Posible editorial estafa, doy fe, tengo el contrato que no he firmado. Ediciones Ruser, se mueve mucho por Linkedin, bajo el nombre de Francisco R… te llama al teléfono y expone condiciones que después no se reflejan en el contrato»: TESTIMONIO y ENLACE para que veas una reseña sobre los errores que abundan en los libritos virtuales que esta supuesta editorial «edita».

(13) Editorial Calixta, Colombia. Merece la denominación de «editorial de garaje», no solamente por la sede que tienen en la ciudad de Bogotá (parece una casa), sino por la falta de profesionalidad de los «editores», los cuales, por hacerse publicidad barata, hacen convocatoria de manuscritos, sin ningún interés de leerlos, según la experiencia que hicimos: les enviamos el señuelo (tres novelas desde tres correos diferentes), que respondieron en menos de dos semanas, con el pretexto de que tales novelas no se acomodaban a la línea de la «editorial». Y para hacernos creer que las leyeron, inventaron críticas desacertadas, completamente ajenas al contenido verdadero de los manuscritos.

(14) Etidables.es, España. Hay muchas «editoriales» que, aunque son nuevas, se promocionan como «tradicionales», prometiendo leer las obras inéditas que los autores les envíen, sin otro interés que buscar «excelencia literaria»: promesa que se experimenta falsa, si no sospechosa, cuando advertimos que su principal interés es vender sus servicios de «corrección», diseño de portada, maquetación, etc. Afirmo que Editable.es una de ellas, aunque algún necio con asomos de simplón me haya escrito para decirme que yo falto al rigor cuando la meto en esta lista. Pues señor necio, una «editorial» es sospechosa con solo hacerse llamar «tradicional», no siéndolo.

(15) Ediciones Insólitas, España. Los incautos que envíen manuscritos a esta «editorial» hallarán, al cabo de dos o tres meses, que esta trabaja para EDICIONES LACRE o de alguna manera está a su servicio: verdad en la que reconocemos el disimulo con que estas editoriales de pacotilla se encubren para perpetrar sus embelecos, haciéndonos creer que son diferentes, cuando en realidad son una misma, pero con diferentes nombres, como el pescador que lanza varias redes en diversos lugares. Por supuesto, lo que el autor recibe como respuesta no es una propuesta de publicación, sino una de «coedición».

(16) Editorial Verbum, España. Esta «editorial» tiene recurso al trillado pretexto de que «las editoriales están cambiando», el cual hallamos repetido en sus correos electrónicos con el reprobado propósito de persuadir a los autores a una «coedición». A propósito de fingir ser una «editorial tradicional», organiza concursos baratos, entre ellos Premio Internacional de Ensayo Humanístico Verbum, y tiene escrito en su página WEB que: «Editorial Verbum recibe anualmente un promedio de 1000 propuestas editoriales, de las cuales únicamente se aprueba y publica un 2 %». Esto, como queda dicho, es un pretexto, pues, de todo lo que ponen en la dicha página y de lo que se halla en diversos blogs se infiere probablemente que buscan autores desesperados para persuadirlos a comprar sus «servicios editoriales». Esto es decir que, si reciben anualmente 1000 propuestas editoriales, «aprueban 1000», con la esperanza de atinar con la ingenuidad o la inadvertencia de a lo menos 50 incautos. Un autor dijo: «Mi recelo ante Verbum aumentó cuando comprobé en Internet que el director de dicha empresa tiene falseado su currículum como presunto escritor con obras no comercializadas. Para colmo, en las semanas siguientes, las entradas en Wikipedia tanto de la editorial Verbum como de su director, un tal Luis […] fueron denunciadas por fraudulentas y finalmente eliminadas de Wikipedia. Y no solo, eso, ya que poco más tarde [… hallé] una página en la que se hablaba de medidas judiciales contra Verbum»: VERIFICO el testimonio. Un autor español, que se hace llamar Antonio C, nos ha confesado: «… tengo un manuscrito de ensayo… se me ocurre escribir a Editorial Verbum y estos… me dicen que ya lo tienen todo cubierto para dos años, pero que les mande el manuscrito, y me  contestan a los 20 días diciendo que es muy interesante lo que he escrito y merece la pena ser editado, pero que tengo que contribuir, me proponen mandarme 150 libros al módico precio de 3.640 €, la edición… es malísima, libros sin solapa, portadas de pena…». Juan, otra de las víctimas de Editorial Verbum, dijo «Pésima experiencia. He leído Corazón y es una pésima edición. Las erratas son abundantes y el cuento de los Apeninos a los Andes se interrumpe en el momento crucial. Un dinero perdido»: acá el TESTIMONIO. Quien desee leer una reseña de incorrecciones sobre los libros «editados» por esta supuesta editorial VISITA este mi otro blog.

(17) Editorial Entrelíneas, España. Con solo que escribas en un buscador las palabras Editorial Entrelíneas, añadidas a la de fraude, hallarás decenas de deshonrosas opiniones; como la que transcribo enseguida: «cuándo (sic) les envie (sic) mi manuscrito, me llenaron los oidos (sic) de halagos sobre mi libro y he caido (sic) en sus trampas, engaños, mentiras… todavía no me han abonado nada de la liquidación que me tienen que hacer de las ventas»: VERIFICO la transcripción.

(18) Europa Ediciones, o Grupo Editorial Europa, o Europa Edizioni, Italia, España. Esta «editorial de garaje» es de origen italiano, pero, como cizaña, intenta expandirse a España y América. Queriendo disfrazarse de «editorial tradicional», reedita algunas obritas de autores renombrados, como Cortázar, Octavio Paz. Sin embargo, su especialidad es la «auto edición», la «coedición» y toda la basura que produce el «Vanity Press» para sonsacar dinero a los incautos y los novatos. Para descubrir las malas mañas de Europa Ediciones, le enviamos dos novelas inéditas en tiempos diversos y desde naciones diversas. Y tal fue el resultado cual fue nuestra sospecha, porque, dos semanas después, nos respondió con correos y contratos idénticos: «Su libro por cierto resultó una lectura realmente agradable y estimulante para mí, por esto me encantaría incluirlo entre nuestros autores» (se lee en un aparte de los correos que recibimos de esta supuesta editorial). Todo esto nos convence de su fingimiento y su insuficiencia, pues Europa Ediciones ni siquiera leyó los manuscritos. Lo que sí hace es enviar un contrato en el que condiciona la «publicación» de la obra inédita al pago de 3.200,00 euros (¡Inaudito! ¡Descaro extremo!), los cuales, según Europa Ediciones, estarían destinados a la compra de los doscientos primeros ejemplares. Para persuadirnos al pago, nos promete publicidad en dos canales de televisión (italiano y español), lo cual es un embeleco que apenas pueden creer los incautos y los simplones. La duración del contrato duraría dos años; pero, según Europa Ediciones, el autor tendría la facultad de rescindir el contrato cuando lo desease; con lo que queda demostrado que estos sinvergüenzas nada están arriesgando, porque, si invirtiesen siquiera un céntimo en los manuscritos, se obligarían a pactar un contrato de a lo menos cinco años, sin posibilidad de rescindirlo antes del término. Un autor dijo: «Me siento mejor después de leer cómo catalogan a la Editorial Ediciones Europa –de timadora– por experiencia propia, tras editarme la novela —La Cuarta Dimensión– comprobé que me habían engañado porque no fueron capaces de corregir la obra cansado de esperar el libro maquetado, le recibí con un párrafo partido y con muchos más errores que cuando entregué el manuscrito. Resumiendo, aboné 3980 euros para recibir a cambio 200 ejemplares que tengo embadurnado parte de mi habitación. Pero lo más indignante del engaño no ha sido el dinero que me han timado, sino la desilusión de sentir el poco afecto de los amigos tras preguntarles por las características del libro y callaban y era de regalo»: CONFIRMO la transcripción. Con todo y con haber dicho que esta «editorial de garaje» no lee los manuscritos enviados por los novatos, tengo de decir que, últimamente, ella ha refinado su fingimiento, pues comisiona a dos personas (entre ellas una tal Ginevra) con la lectura de algunas páginas; de modo que, cuando llama al autor incauto, le hace creer que leyó su manuscrito y que es tan «excelente» que «no ve la hora de publicarlo». Para verificar esto que digo, leemos el testimonio de una autora: «Esta semana recibí una llamada de Ediciones Europa... Te halagan, diciéndote que la historia es muy buena, que tiene mucho potencial, y te mencionan algunas cosas sobre la novela que, tras haber leído vuestros comentarios, me hacen pensar… que quizá ni… la hayan leído... Debo decir que algo me olí cuando me insinuó que unos cuantos ejemplares siempre corrían a cargo del autor…»: TESTIMONIO completo. Otro autor dijo: «Hoy he recibido la llamada de Europa Ediciones. Casi sin apenas saludarme, se ha puesto a describir detalladamente mi novela. Dándome pelos y señales de los momentos más intensos de la misma. Yo la he dejado hablar, (siempre gusta que te endulcen los oídos). Cuando me ha dejado unos segundos para entrar en la conversación, le he dicho que ya había firmado contrato con otra editorial. Todo el interés, la admiración y el deseo de tenerme entre sus autores, se ha ido rápidamente. Podrían completar un poquito esa estrategia de Marketing comercial y cerrar con la misma positividad la conversación, dando ánimos al que acabas de adular hace tan solo unos segundos»: TESTIMONIO completo. Otra autora me dijo: «Es terrible que esta gente se salga con la suya y que lo único que tenga de internacional sea su modo de estafa. En mi caso yo ya había autopublicado 100 copias de mi obra a color y que vienen con un mazo de 22 naipes, y necesitaba ayuda con la distribución y la difusión. A tal punto, me tomaron por tonta, que me ofrecían bajar la calidad de mi libro sin los naipes a un precio de venta de 16,45€ teniendo que pagar yo 200 copias […] Sin darme detalle alguno de cómo me informarían de las ventas ni de cómo serían las presentaciones. Además de engañar y de jugar con la ilusión, también desean robar tu obra para tirarla como si no fuera nada. Luego de leer el contrato y sentirme tan ingenua y tan vulnerada de manera gratuita, no les contesté y con mayor seguridad, comprobé que eran estafadores. Mi experiencia es de Cólera con Indignación»: VERIFICO la transcripción. Otra autora, que por nombre tiene Yojana, me dijo: «… me acaba de llamar una tal Anna… diciendo que mi obra le había encantado. (Avanzando en la conversación, veo que no… la ha leído en absoluto) Me dicen que, como no soy un autor conocido…, solo me pueden ofrecer coeditar el libro, eso sí, primero yo les compro 250 ejemplares... Es decir, tú pierdes, ellos ganan. Es una pena como estas editoriales han dado la vuelta al mercado literario. Sus clientes ya no son los lectores, sino los autores niveles a los que engañan con el mantra de que, si no lo hacen así, no podrán entrar nunca en el mercado editorial»: VERIFICO lo dicho. Otra autora, Emilia por nombre, dijo: «Vuestras opiniones me vienen al pelo porque en este momento estoy leyendo el contrato que me han enviado para poder publicar uno de mis libros. Menos mal que lo tengo registrado. Efectivamente, me piden la compra de los 200 primeros ejemplares, cuando lo correcto sería enviarte un anticipo a cuenta de la venta de los mismos»: PRUEBO la transcripción.

(19) LC ediciones, España. Esta «editorial», la cual pertenece a algo que denominan Grupo Amarante, envía un contrato mañoso en el que leemos: «El autor se compromete a comprar… ejemplares (mínimo 30) del libro objeto de este contrato para la presentación al público de dicho libro… El contenido de la obra, así como los trabajos de revisión de pruebas, son responsabilidad entera y exclusiva del autor». Lo peor es que la «publicación» que esta supuesta editorial ofrece es «a demanda»: los únicos libros impresos son los que el incauto autor compra. Alguien me confesó que «… exigen que compres 30 ejemplares. Además, me respondieron un mes después de que se lo enviara; por lo que dudo que se lo hayan leído»: VERIFICO la confesión.

(20) Alamar Libros, España. Esta «editorial» bien puede denominarse la hermana menor de LC ediciones, ya que también pertenece al Grupo Amarante. Así pues, no extraño sus tachas, que son las mismas que tiene su hermana mayor: venta «a demanda», contrato mañoso por el que obligan al autor a «adquirir el 50% de los ejemplares correspondientes a la primera edición, esto es, 50 ejemplares», según consta en este enlace donde se ve un aparte del supuesto contrato.

(21) Editorial Dauro, España. Sobre esta supuesta editorial un autor dijo: «… el representante de Dauro con el que hablé dio muestras de no haberleído el libro que pretendían editarme, ya que le realicé un par de preguntas sobre la trama y sus respuestas en absoluto se [… no] correspondieron sobre la historia… Al consultar la página web de Dauro, uno puede ver claramente que jamás han tenido ningún éxito de ventas, con lo cual la supervivencia de dicha empresa, conjeturo, se deba al dinero que hayan sacado de los autores»: CONFIRMO este testimonio. Un autor, que por nombre tiene Gabriel, dijo: «Tengo publicado un libro con ellos desde 2014 y no me pagan. Estafa»: VERIFICO mi transcripción. Otro de los testimonios contra esta supuesta editorial es el siguiente: «La editorial Dauro (coedición) tiene mi obra secuestrada. Jamás me han pagado lo que me corresponde ni han querido devolverme mis derechos… estoy esperando a que llegue el juicio. Es algo muy tedioso porque este tipo de demandas van muy lentas»: PRUEBA del testimonio. Otro autor, a quien, por seguridad, denomino JOE, me confesó que «… contacté varias editoriales que recibían manuscritos. Tuve un par de respuestas, entre ellas la de la Editorial DAURO… Fueron claros en decirme que yo debía pagar la lectura y corrección del texto. Estuve de acuerdo, aunque sé que normalmente las editoriales tradicionales no cobran para revisar los manuscritos… El último mail que recibí anunciaba que ya había sido publicada (es un decir porque normalmente lo hacen bajo demanda...). NUNCA MÁS respondieron a mis reiterados correos. Tampoco responden al teléfono… uno de mis amigos compró la novela y nunca se la enviaron. Él se cansó de llamar y no le respondieron... NUNCA MÁS SUPE DE ELLOS y claro que no se molestarán en llamarme para decirme que me deben dinero. Es iluso pensarlo. Un proceso legal será penoso y largo a fin de recuperar mi libro»: VERIFICACIÓN de la transcripción.

(22) Distrito 93, España. Esta supuesta editorial (de escaso renombre internacional, pues la telaraña que teje apenas le alcanza para enredar a algunos súbditos de España) merece estar en la lista de las sospechosas porque remeda lo que en Estados Unidos de América se conoce como crowdfunding: un método reprobado por el que, con pretexto de preventa, inducen a los autores a trabajar en beneficio del «editor» o, lo que es lo mismo, a que vendan sus propias novelas a sus familiares para cumplir con la exigencia de la venta mínima de la preventa. Además, esta «editorial» tiene ingeniado un concursito barato, denominado Auguste Dupin de Novela Negra, el cual tiene visos de amaño y con el que acopia direcciones de correo de los participantes, a quienes, posteriormente, hace la infame propuesta de coedición de las obras, con el pretexto de que el jurado les halló gran mérito. Uno de tales participantes me confesó «Participé en el concurso de Auguste Dupin de la editorial Distrito 93 y, sin quedar finalista ni nada, me contactaron para publicar con ellos. Por supuesto, me ofrecieron el crowdfunding/preventa sin ningún tipo de fianza, pero lo que me decepcionó sin duda es que, al preguntarles por aspectos de mi obra (muy de principiante, sin apenas revisar, en modo borrador básicamente) era que no habían leído nada»: IMAGEN del testimonio. Esta «editorial» finge «amabilidad», queriendo hacer creer que sus tres empleados son tan «correctos» como las madres de los incautos que caen seducidos en sus marañas. Pero tal amabilidad se trueca en apatía poco después de que el supuesto editor obtuvo lo que quería: vender una ilusión al autor en vez de libros a los lectores. En «escritores.org», hallarás quejas como esta: «…Las editoriales Distrito 93, Malas artes, y Búnker Books parecen ser la misma cosa y se dedican a vivir de las escritoras: su propuesta de edición es que vendas libros a tu familia y amigos … para publicarte algunos ejemplares, de los que no harán publicidad ni propaganda alguna, y que quedarán en el olvido... Eso sí, ellos se habrán embolsado un buen margen de beneficio por la venta de los citados cincuenta ejemplares»: VERIFICO acá la transcripción. Otro autor me dijo: «Distrito 93, Apeiron, Ediciones Oblicuas... Hay… fraude en España. No por nada es el inventor del timo de la estampita. Parece mentira que todavía haya gente que caiga… Si una editorial no quiere o no puede invertir en vuestra novela, no vale la pena»: una CONSTANCIA de lo dicho.

(23) Caligrama Editorial, alias Grupo LANTIA, España. Esta «editorial» procura enredar incautos con atrevidos fingimientos, como vociferar que ella «pertenece» a Penguin Random House: mentira ilícita que su administrador no pudo sostener por mucho tiempo, ya que ahora vocifera que Caligrama Editorial «coopera» con editoriales reales, como Penguin Random House y Grupo Planeta. La especialidad de Caligrama Editorial (alias Lantia) es la «autoedición»: no lee los manuscritos que los «aspirantes a escritores» le envían, y se apresura a responderles con sus correos «de plantilla», siendo su único incentivo ofrecer la «autoedición», con tarifas que van desde los 399 euros. Un autor me confesó que «… he sido víctima de Caligrama Editorial, me ofrecieron creer que, por ser de Random House, mi obra iba a llegar lejos, sin embargo, y me cuesta reconocer que he sido un perfecto imbécil y estúpido, he pagado 1700 euros, me he endeudado con otras cosas, y me he privado de otras solo con la ilusión de cumplir mi sueño de escritor. Lo cierto es que han corregido mi libro para la mierda, puntos finales y comas donde no van, y ni siquiera habían publicado mi obra en su página... Me habían prometido publicar mi obra en el corte inglés etc., pero luego me aclararon que era bajo demanda… todo queda a cargo del autor me dijeron...»: acá VERIFICAS el testimonio. Otro autor nos confesó su mala experiencia: «yo también publiqué con Caligrama (ahora Lantia). Mi experiencia fue desastrosa, mi libro era una piedra en bruto y siento que la partieron y la volvieron a unir. La portada no tiene diseño editorial, te hacen buscar una imagen de un banco de fotos y luego le ponen el título y nada más. No la recomiendo de ninguna manera: es un verdadero asco»: PRUEBA de transcripción. Otra de las víctimas de esta supuesta editorial se quejó de esta manera: «Honestamente, he venido a calificar porque se me impuso como condición para la publicación de mi libro. No estoy contento con el trabajo de la editorial, incluso estoy pensando que he cometido un error. En casi 6 meses solo se me ha reportado DOS libros vendidos y cuando contacto a mi asesor editorial no me explica el porqué, llegando a tener respuestas incluso algo distantes y genéricas que no me dan ningún tipo de tranquilidad… Estoy muy decepcionado con Caligrama... Todo esto es editado, pues la primera calificación que puse (cuando se me impuso como condición) fue buena, pues hasta ese momento, el proceso era agradable, pero una vez que el libro sale, la editorial prácticamente se olvida de ti. Hace unas dos o tres publicaciones en sus redes (donde tienen pocos seguidores) y listo»: IMAGEN para que verifiques el testimonio.

(24) Letrame, España. Su especialidad es amenazar a todos los que no se someten a sus fingimientos. Esta supuesta exige dinero a los aspirantes a escritores con pretexto de hacer una «autoedición». Sus prácticas mañosas se extienden a lo que ellos denominan la «presentación de la obra», según consta en las siguientes páginas de Internet: ESTA es una, y ESTA es la otra, en uno de cuyos apartes leemos lo que sigue: «Buscamos 18 personas de 25 a 50 años para hacer de figurantes (relleno) en la presentación de un libro». Un autor dijo: «Descartar Letrame editorial para no quedarte con pesadillas. Me engañaron prometiéndome que es el único editorial de autoedición que corrige los manuscritos. Yo le expliqué que hago muchos errores, que mi lengua materna no es el castellano, y me dijeron que no me preocupara por eso […]. Mi manuscrito salió con miles de errores y tuve que ponerle una denuncia a través de un Burofax. Gané, me lo reeditaron, pero las penas no se acabaron. En fin, cada vez que escucho el nombre de ese editorial me tomo un Lexatin. Llevo dos años con los nervios hechos polvo»: VERIFICA, por favor, la transcripción. Otra de las víctimas de Letrame Grupo Editorial dijo: «Me decidí, con muchísima ilusión, a publicar con ellos… desde el primer momento, cada paso dado fue de mal en peor. Nadie corrige el manuscrito… no se cumple un plazo, el trato es malo, la nota de prensa viene con errores incluso ortográficos… no te saldan cuentas… conmigo Letrame ha sido un disparate…»: acá el TESTIMONIO original. Otra de las víctimas hizo la siguiente imputación: «No obedecen las normas del contrato, les dejas libros para distribuir y al cabo de un año te los devuelven por no haber vendido ni uno. Eso sí, pagando tú… la devolución. Yo dudo incluso, que trabajen con la distribuidora que dicen. Es todo mentira y conmigo, concretamente, hasta se atribuyeron la propiedad de la portada cuando la habíamos dibujado por nuestra cuenta. No recomiendo a nadie que caiga en sus garras. Todo un fraude»: acá el TESTIMONIO original.

(25) Círculo Rojo, España. Esta supuesta editorial «publica» tantos libros cuantos panes un panadero hornea en una semana: despropósito del cual se jactan quienes la administran, callando una verdad que, si la confesasen, les granjería miles de improperios, como que jamás leen los manuscritos que los aspirantes a escritores les envían, sino que a todos responden con un «sí» condicionado: «te publicamos, si nos pagas por publicarte». No te engañes, pues: esto es una «editorial de autoedición». Tampoco te dejes deslumbrar por las alabanzas que abundan en Internet: son parte de un proceso comercial gestionado por Círculo Rojo.

(26) Editorial Titanium, España. Se hace llamar «editorial tradicional», pero bastará que mires su página web para que adviertas la insuficiencia o la pobreza en la que tienen constituida su sospechosa sociedad. Vociferan que no piden dinero ni mínimo de ventas, pero no confiesan que sus «ediciones» son virtuales, esto es, que, si el aspirante a escritor no trabaja por vender ejemplares a su familia y amigos, nadie se enterará de la existencia de su obra.

(27) Editorial Alféizar, o Alfeizar, España. Esta supuesta editorial se arroga de manera insolente el título de «editorial tradicional», aunque el mero título de «editorial» le queda grande. No te dejes deslumbrar por lo que leas en su página: los supuestos escritores que la alaban son aduladores mercenarios, cuando no incautos y novatos que acaban de firmar contrato, sin que hubiesen previsto que, al cabo de un año, se desengañarán del negocio en el que tropezaron: todo es parte de una estrategia comercial en que te ofrecen algo gratis para seducirte a firmar contrato con ellos y para, después, arrastrarte a un servicio premium (en el que te persuaden a pagar por sus supuestos servicios). Un autor dijo: «si compras 30 ejemplares, entonces sí tiene acceso a imprenta… es una manera de secuestrarte el manuscrito»: ACÁ el testimonio completo. Aparte esto, la «editorial» Alféizar convoca un miserable concurso de novela, cuyo premio no es dinero, sino la supuesta publicación de la obra ganadora. Pero como no especifica el número de ejemplares que la edición tendría, sospechamos probablemente que es un engaño y que la tirada no consiste sino en unos pocos ejemplares impresos (diez o veinte) con los que deslumbran al autor premiado, si es que hay tal. 

(28) Ediciones Célebre, España. Esta supuesta editorial, denominada «Ediciones Célebre», alias «Célebre editorial», se arroga el título de «editorial tradicional», el cual no le compete porque usa mañas que las editoriales tradicionales no usan, como exigir que el aspirante a escritor compre cierta cantidad de ejemplares, con el pretexto de que estos serían vendidos en una «presentación». No te dejes deslumbrar por las falsas recomendaciones que algunos simplones, aduladores e incautos escriben en sus blogs: muchos de ellos acaban de firmar un contrato con la supuesta editorial y no saben en qué pararán sus alucinaciones al cabo de uno o dos años. Por ejemplo, en uno de tales blogs (que no particularizo por no hacerle publicidad) hallamos que un crédulo (si no es un adulador) se deshizo en alabanzas, insinuando que «Célebre editorial» es la reina de las editoriales. A lo cual un lector anónimo replicó, diciendo en el dicho blog que «Lo que ningún autor de esta y otras editoriales dice es que los han obligado a vender 100 libros en la presentación o a pagarlos de su bolsillo de esos 100 libros no hay ninguna certeza de que se imprima uno más». A esto se añade lo que replicó una persona que se hace llamar Mimi, quien se queja de la supuesta editorial diciendo que no le han pagado: «… he enviado correos durante cerca de medio año y, o da larga o directamente ya ni los lee, cosa que sospecho que van directamente a Spam»: VERIFICO la transcripción. Otro lector anónimo le replicó, no solamente para cuestionar la cualidad del contrato, sino también para hacer desdén de la chapucera portada del libro: «Disculpa que te diga que una editorial tradicional no te compromete a comprar un número determinado de libros, ni para la presentación ni para nada. Eso se llama coedición…. Por cierto, la imagen de la portada es sospechosamente parecida a Alicia en el País de las Maravillas»: PRUEBA de transcripción. Una autora dijo: «Mucho cuidado con Célebre Editorial del mal llamado editor Ricard P… B… y su director adjunto Jesús V... Deben dinero a sus escritores y ponen cualquier excusa para no pagarles, es más, amenazan con demandarles…»: PRUEBA de transcripción. Otra autora, que tiene Carmen por nombre, publicó en Facebook una denuncia el 26 de febrero de 2021, en la cual se queja de esta supuesta editorial, diciendo que esta no le quiere pagar lo que debe pagar: «… dicha entidad me ingresó la insultante cantidad de 213, 84 euros sin ningún justificante que por ley está obligada a presentar. Mis cuentas son muy diferentes, apoyadas en comprobantes… Me siento insultada. El esfuerzo, el empeño, las ilusiones, etc. la valora Célebre Editorial en 213,84 euros». De esto se infiere que, si los autores venden ejemplares, no es por obra de la supuesta editorial, sino por el afán de los autores (los cuales hacen hasta magia para que sus familiares los compren), y que el problema final es lograr que les paguen las «regalías»: AMPLIACIÓN de la noticia. Una tal Sylvia me escribió para redargüirme con despecho, diciendo que estos testimonios contra la supuesta editorial Célebre son de relleno. Yo respondo a esta mujerzuela, diciendo que sospecho que su denuesto es por mandado de la supuesta «editorial». ¿O quizá es uno de esos novatos que, sobre mediocres, son ingenuos y viven alucinados imaginando que una «editorial» de dudosa reputación les hizo una tirada gratuita de cien ejemplares? (Si mucho, le han impreso dos o diez ejemplares y le hacen creer que son cien). Señora Sylvia, o señor Silvio, o como quiera que se llame, las denuncias de este blog están documentadas: no son caprichos de relleno. Usted no es la primera persona que trata de hacer publicidad barata en favor de una editorial sospechosa ni la primera que quiere desgraciar mi obra con un denuesto. Pero tenga advertencia de no entrometerse a defensora de lo indefendible. Apuesto que, en un año, cuando quiera exigir el pago de «regalías» por los diez libros que vendió a la familia, se desengañará de su vanidad ridícula. Un autor, a quien, por seguridad, denomino simplemente Tigo, me dijo «publiqué con ellos un libro en 2019, y a día de hoy aún no he visto un céntimo. Y sé que se vendieron, porque me los enviaron, los vendí en una presentación, y les ingresé el dinero al día siguiente». Tigo, además, confesó que «Yo Gané el… Premio de novela Célebre Internacional, dotado con 1.500€ de premio en concepto de adelanto editorial. Firmamos un contrato que decía claramente que en último día de septiembre de 20… me lo abonarían. El tiempo fue pasando sin que viese ni un céntimo. Primero fueron largas, después ya ni contestaba. Después, puse un post en Facebook preguntado con ironía si algún autor había cobrado de ellos, y a los cinco minutos tenía el correo lleno de amenazas de que me iban a demandar, que me rescindían los contratos, y que por lo tanto no me debían el adelanto»: VERIFICA el testimonio de Tigo. Si has sido víctima de esta supuesta editorial, escríbeme, por favor, para ponerte en contacto con otras víctimas, como Tigo, para que hagan una demanda colectiva contra ella.

(29) Editorial La Equilibrista, España. Quienes dirigen esta supuesta editorial se ingeniaron un concursito de novela y otro de cuentos, los cuales, según los resultados, solamente aprovecha a ellos, pues acopian las direcciones de correo electrónico de los participantes para enviarles una «propuesta», la cual consiste en pedirles dinero con el pretexto de hacer una publicación de algunas de las obras participantes. 

(30) Editorial Nemira, España. Uno de los autores que han tenido perdidosa experiencia con esta supuesta editorial dijo: «he visto en el foro que se hablaba de la Editorial Nemira. Yo fui una de las estafadas. Quería comunicaros que he encontrado a su editor [impartiendo] clases en Aula de escritores. Ahí también tienen una nueva editorial, Hijos del Hule. Os advierto que tengáis cuidado con esta nueva editorial y sus cursos...»: VERIFICO la denuncia. 

(31) Editorial Novum Publishing, España. Sobre esta «editorial» hallamos la siguiente denuncia: «… me he topado con tres que usan una táctica similar. Son las editoriales Seleer, Atlantis y Novum Publishing… son igual de peligrosas que la desaparecida Jamais»ACÁ verificas el testimonio o ACÁ si hallas inutilizado el enlace.

(32) Editorial Carena, o Ediciones Carena. España. Tiene contra sí el haber sido demandada penalmente por un grupo de escritores en el año 2015 y el haber perdido el pleito: «la justicia sentencia a la editorial Carena ante los autores valencianos estafados»: ACÁ verificas la transcripción. Yo envié un señuelo a esta supuesta editorial. En menos de un mes, recibí la respuesta, en la cual me lisonjeaban, diciendo maravillas de mi manuscrito. Pienso probablemente que la «editora» lee las primeras páginas para tomar algunas noticias en que constituir la lisonja y hacerme creer que leyeron todo el manuscrito (¡en veinte días!). La supuesta editora me advierte que la novela es extremadamente buena, pero que, considerado el riesgo que implica la edición, no puede menos de ofrecerme un proyecto en el que «el autor solo tendrá que contribuir económicamente a la puesta en marcha de la primera edición». ¡Nada qué extrañar! Es lo mismo que pretextan todas las editoriales fantasmas para sonsacarnos algunos dineros con la alucinación de una edición. Un escritor me confesó que envió su novela a esta supuesta editorial y que, en menos de 48 horas, le respondieron para pedirle 2403 euros: «Anteayer la mandé a una editorial sospechosa, Ediciones Carena, y hoy he recibido la típica respuesta entusiasta cuando esa novela es imposible leerla con atención en 48 horas»: ACÁ verificas el testimonio.

(33) Bohodón Ediciones, España. Esta «editorial» es de autoedición, según el dictamen y la experiencia de aspirantes a escritores que han remitido sus obras. Uno de ellos dijo que: «Cuando reciben el manuscrito te avisan que se van a dar un tiempo para valorarlo; en menos días ya responden con una propuesta de autoedición. Para eso no necesitan marear la perdiz»: ACÁ verifico la transcripción. Blanca, una de las víctimas de esta supuesta editorial, dijo: «Me estafaron teniendo solamente 15 años y todavía se atrevieron a jugar conmigo, creyendo que mis padres no leían también sus correos»: ACÁ verificas lo que he transcrito.

(34) Editorial Difundia, España. Es «editorial» de «autoedición». Por supuesto, no la recomiendo, lo primero porque exige al novato escritor que compre algunos ejemplares de su propia obra y, lo segundo, porque el «editor» no lee los manuscritos, sino que se apresura a responder a todos los incautos que les escriben por primera vez. Tal prisa es solamente para pedirles dinero; lo cual se ejemplifica en lo que alguien nos dijo: «se demoraron muy poco en responderme… cinco días, me piden dinero para la publicación»: ACÁ la prueba de la transcripción.

(35) Ediciones Albores, España. Muchas «editoriales de coedición» surgen en España al calor de la ingenuidad de los escritores noveles, los cuales, condescendiendo a pagar dinero a una «editorial», contribuyen a que el mediocre negocio de la «coedición» continúe, y aun se diversifique. Se dejan deslumbrar por lo que leen en la página Web de la «editorial», donde los «editores» se amañan a poner decenas de adulaciones sobre ellos mismos. Perdona esta mi petulancia, pero, si te contentas con esa clase de «publicación», estás más para vender naranjas que libros de tu autoría. Alguien se quejó de esta supuesta editorial, diciendo que: «La calidad del libro es… mala, por ejemplo, las hojas del libro no iban bien pegadas, por lo que se soltaban una vez que comenzabas con la lectura. También había fallos de imprenta como que aparece un símbolo en mitad de un texto cuando en el propio texto de Word no aparece… Es cierto que una vez que pagas se despreocupan… por lo que el trabajo de maquetación es… lento. Para ser una editorial de autopublicación… floja»: ACÁ verifico la transcripción. Otro autor dijo: «Es un engaño... y unos sinvergüenzas, te venden todo bonito para que pagues y luego no cumplen nada y te engañan en las ventas»: ACÁ la imagen del aviso. Estos cínicos, que se arrogan títulos de editores, con falsos perfiles y bravatas de cobardes, se alaban a sí mismos y amenazan a quienes opinan contra ellos. Pero, entre tantas falsas alabanzas, hallarás en Internet los dos testimonios que he transcrito acá y que los cínicos no han podido eliminar a pesar de sus amenazas.

(36) Editorial Kolima, España. Un autor ha dicho de esta «editorial» «¿No hay ahí [quien] lea los libros antes de salir a la venta? En el último libro de… Figueroa (los Bisontes de Altamira), voy por la página 161 y ya he encontrado 10 erratas». CLIC acá para que verifiques la transcripción.

(37) Editorial Exlibric, España. No hay mucho qué decir sobre esta supuesta editorial. Pero, siendo de autoedición, te aconsejo mantenerte alejado de ella, a menos que seas un aspirante a escritor bien contentadizo y nada profesional, de aquellos que escriben una novela en un año y se contentan con vender diez ejemplares cada dos años (los ejemplares que compran los integrantes de la familia).

(38) Editorial Mirahadas, España. Quienes gestionan las estrategias de mercadeo de esta «editorial» dicen que son una «editorial tradicional»; pero no lo es. No te dejes engañar: una editorial real (la que tiene verdadero caudal para sacar libros impresos y distribuirlos por las librerías del mundo) nunca ofrece «packs de servicios editoriales»; una editorial real no hace publicidad por Internet pidiendo que le manden manuscritos para su edición. Envíales un señuelo (alguna novelita malograda que nadie haya leído) para que pruebes ser verdad lo que te advierto: en menos de quince días te responderán, no con una propuesta de edición adecuada a tus expectativas de autor profesional, sino con una propuesta digna de autor amateur: te ofrecerán los «packs de servicios editoriales», ediciones virtuales, distribución en plataformas online: nada que tenga relación con las editoriales tradicionales. Nosotros le enviamos un señuelo. Haz CLIC acá para que leas lo que nos respondieron. No te dejes engañar por las alabanzas que hallarás en Internet sobre estos supuestos editores: todo es parte de la estrategia de mercadeo. Haz CLIC acá para que veas algunos de los errores que abundan en las «ediciones» de esta supuesta editorial.

(39) Hera Ediciones, España. Una de las víctimas de esta supuesta editorial (o supuesta agencia literaria) dijo: «tan solo resaltaron algunos nuevos errores como el espacio entre palabras y la falta de signos, pero la gramática, el estilo y la ortografía quedaron en veremos...». CLIC acá para verificar lo que he transcripto. Otra de las víctimas (cuyo nombre callo por seguridad) me confesó que firmó un contrato con Hera Ediciones, en virtud del cual él se obligó a pagar más de 500 euros, y la «editora» (una tal Amalia) se obligó a corregir la novela del autor, hacerle maquetación y representación (lo cual las agencias literarias hacen). Sobra decir que el único que cumplió el contrato fue el autor, pues, después de enviar el dinero y esperar que la supuesta agencia hiciese gala de honestidad, aquel no recibió sino un manuscrito mal corregido (y peor maquetado), y un «dossier» (informe de lectura) amañado (con apartes que no correspondían al contenido de la novela). Lo cual afirmo porque, habiendo asumido la revisión y la corrección del manuscrito, leí el tal «dossier». En resumen, ni hubo corrección, ni maquetación, ni representación. Lo peor, es que el autor ha intentado reclamar contra esto, pero ya no le responden los correos, lo cual parece ser, no un caso aislado, sino parte de una bellaquería cometida contra varios escritores incautos, según lo denuncia este otro escritor en YOUTUBE (CLIC para que veas y escuches el video).

(40) Babidi-bú, España. Es una «editorial» de literatura juvenil. Un autor nos dijo: «Babidibu no es una editorial para nada sería ni que haya satisfecho lo pactado con una calidad que se equipare a los casi dos mil euros que piden por editar. Para que nadie caiga en lo mismo… Que sí, que te tratan como un Dios cuando quieren captarte, que tu obra es lo más y ellos harán todo lo posible con sus impresionantes medios para hacer realidad tu sueño de publicar. ¿La realidad? Paga por todo. ¿La otra realidad? Después de año y medio solamente me han dado una foto de un PFD (son tan cutres que ni mandan el PDF)» CLIC acá para verificar el testimonio.

(41) Editorial Autografía, España. Para atraer la voluntad del aspirante a escritor, dicen por pretexto que publican gratis y que no ofrecen coedición. Pero, cuando el incauto aspirante cae en las redes, le descubren sus mañas diciéndole que en la presentación debe vender cierta cantidad de ejemplares. Una persona afirmó por modo de denuncia: «Es una estafa, yo tuve que pagar… los ejemplares sobrantes hasta llegar a ese 70% y al final, no he visto el 10% de las que me merecía. ¿Por qué? Porque solo buscan obras que hagan más apetecible su catálogo; pero no las venden, solo buscan nuevos incautos para hacerles lo mismo» CLIC acá para comprobar la transcripción. Yo les envié un señuelo (una novela inacabada): en menos de quince días, un tal Alfonso me respondió que «me complace comunicarle que nuestro equipo de editores ha estado valorando la propuesta y tras esta valoración inicial decirte que el proyecto ha sido aprobado para publicarlo». Notad la mala puntuación de quien dice ser un editor de esta supuesta editorial: el párrafo carece de comas, no obstante que el orden de los sintagmas las exigía: faltas que son tanto más reprobables, cuanto el que las envía hace uso de una plantilla (no me parece verosímil que el tal Alfonso envíe correos personalizados), añadiéndose a tales faltas el uso de un repudiado galicismo (a partir de), el cual repite tres veces en el mismo correo: «A partir de aquí tenemos de nuevo un margen de 10-15 días para seguir vendiendo ejemplares por la página web…». En fin, para no alargarme a reseñar todas las incongruencias en que incurre el supuesto editor, continúo esta reseña transcribiendo la parte del correo que más infama a la supuesta editorial Autografía, pues esta nos exige como condición que nosotros, como autores, vendamos 70% de la tirada o, lo que es lo mismo, que compremos el 70% de la tirada: «La única condición o requisito que pedimos desde la editorial al autor, es que entre la pre-venta y la presentación (En un plazo máximo de 40 días) se ha de vender el 70% de la tirada escogida. Siendo que, si no se alcanza esa meta, el autor tendría que adquirir los ejemplares necesarios hasta llegar a ese 70%» CLIC acá para verificar lo que digo. Una de las muchas tachas de esta «editorial» es que no responde los correos que las víctimas le envían. Para ejemplo de lo cual, transcribo lo que dijo Lorena, una de las víctimas de esta supuesta editorial: «Nuestra experiencia es de lo más desagradable. Mi marido ha publicado con ellos un libro… aún no nos han contestado a los más 10 emails que les hemos enviado. No nos dan información de las ventas del libro…». CLIC acá para verificar el testimonio. Inmaculada, otra de las víctimas, dijo: «… mi hijo le vendieron la moto diciéndole que le iban a publicar su manuscrito, que le harían promoción...etc... Después le dijeron que tenía que comprar unos ejemplares bajo pedido en una web. Lo hizo, pagaron, y los compradores JAMÁS han recibido los libros. Pero lo más gordo es que le dijeron que tenía que pagar 600 EUROS porque no había vendido el porcentaje acordado»CLIC acá para verificar la transcripción. En resumen, es como ir a conocer al dentista en su oficina y que este, en su primera sonrisa, nos deje ver que tiene cariadas todas las muelas.

(42) Malas Artes Editorial, España. Alias Bunker Books. El nombre de «malas artes» les conviene tanto que, si lo trocasen por el de «malas mañas», nadie extrañaría el cambio. Fingen un concurso barato (y aun amañado) denominado Certamen «malas artes» de Novela juvenil y de fantasía, a cuyos participantes envían correos con la trillada treta de que el jurado hizo buena crítica de sus obras y que, por eso, quieren hacerles una oferta (coedición disfrazada de campaña de crowfunding). He acá un EJEMPLO del tenor de tales correos. Como «editorial» es tan insuficiente como las monjas que quieren mejorar nuestro mundo con sus plegarias. Para verificar esto, bastará que intentes entrar en su página WEB, la cual hallarás «caída» la mayoría de las veces. Una persona nos dijo: «Podéis añadir a MALAS ARTES EDITORIAL a vuestra lista: certamen literario fraudulento, palabrería y coedición disfrazada de campañas de crowfunding» CLIC acá para verificar la transcripción. El concurso barato de Malas Artes Editorial tiene mucha semejanza con el concurso barato de Distrito 93. Nótese, por ejemplo, que ambas prometen un supuesto premio de 1200 euros y ambas anuncian «la facultad de contactar a los autores de aquellas obras que reúnan la calidad para su publicación bla… bla… bla». ¿Es esto una coincidencia? ¿Por qué la una usa literalmente las mismas palabras que la otra? ¿Son cómplices o son tan tontos que la una remeda lo que hace la otra sin cambiarle una coma siquiera?

(43) Editorial Académica Española, España. Tiene contra sí decenas de malas opiniones escritas en Internet. Una de ellas es la que transcribo: «Yo tuve una mala experiencia con la Editorial Académica Española (EAE), que toma las tesis universitarias (de seguro en complicidad con algún funcionario de la universidad madrileña) y luego te hace una propuesta de edición a coste cero […] Jamás (luego de 11 años) he recibido alguna regalía de ello […] me entero que está en Amazon por el precio de 20 euros. Compré un par de libros a ese precio y luego hice una carta a la editorial solicitándoles me abonaran el 12% de todos estos años. Nunca respondieron. Son unos sinvergüenzas. Luego les envié oro correo diciéndoles que yo NUNCA LES AUTORICE PARA SUBIR MI LIBRO A AMAZON, Y MENOS A SU NOMBRE. Nunca me contestaron» CLIC acá para verificar el testimonio. Otra persona dejó esta opinión en Internet: «Se trata de una editorial de poca monta, sin absolutamente ningún prestigio, que busca aprovechar la falta de experiencia en propiedad intelectual de personas que hayan generado contenido... Piden eliminar referencias a la universidad para evitar cualquier tipo de vínculo que les obligue a pagar algo a esta si el libro se vende. Sus revisiones son poco prolijas y son capaces de aceptar casi cualquier cosa». CLIC acá para leer el testimonio completo.

(44) Grupo editorial Ominiverso o Multiverso Editorial, España. Si envías tu manuscrito a esta «editorial», en menos de un mes te responderán que «nuestro equipo ha estado evaluando su obra y el resultado fue favorable». La rapidez con la que te responderían es porque no es una «editorial tradicional», sino un remedo de tal. Juntamente con la respuesta, te llegaría la «carta de presentación» (mal escrita y con incongruencias gramaticales) que el «editor» envía y en la que se insinúa la malicia y la insuficiencia de la «editorial»: «el propio autor también será uno de los canales más importantes en un primer momento. Realizando la función de punto de venta directo en su entorno más cercano. De esta forma el autor podrá llegar a más gente…» Se entiende que el supuesto editor espera que los autores vendan los ejemplares de sus novelas a la familia y amigos de ellos. Esta «editorial» inventó un concurso de relatos con el principal propósito de enredar a los participantes en un contrato en virtud del cual los autores se obligan a vender o, en su defecto, a comprar 100 ejemplares de una «edición de finalistas». ¡Oh y qué originales! (ironía). Uno de los participantes dijo: «Resulté ser escogido finalista […] Me mandaron un contrato, donde […] se comprometían a imprimir 1000 ejemplares […] y yo me encargaba de vender/comprar 100 copias. […] en mi círculo de escritores que tengo por fb…». Tal escritor confesó en su blog: «En el correo se enfatizaba que había sido escogido entre un total de mil obras presentadas. No sé si me extrañó más la cantidad de recopilatorios enviados o que el jurado los hubiera leído en tan poco tiempo… Esa misma noche pegué una ojeada a la web de la editorial, la cual jamás había escuchado nombrar, y me pareció más bien anodina.» CLIC acá para confirmar la transcripción o CLIC acá si hallas eliminada la página. Una persona me escribió para pedirme ayuda, confesando que esta supuesta editorial le envió unos ejemplares cuyas portadas se deshacen al contacto con los dedos y que, además, no cumplieron con que le prometieron en su mañoso contrato. Si tú también fuiste una de las víctimas de esta supuesta editorial y quieres poner una demanda juntamente con la autora que te menciono, por favor, envíame un correo. Mi dirección de contacto está al final de los comentarios de este blog. Otra autora (Patricia) me envió su testimonio en el año 2023, cuyo tenor es: «… me pasó lo mismo con Multiverso Editorial. Participé en un concurso y me enviaron el típico correo de que mi obra tenía la calidad para ser publicada y caí. Me hicieron vender 100 ejemplares a familiares y amigos y fueron las únicas regalías que cobré, un diez por ciento de lo vendido por mí. Han pasado dos años, se ha cumplido el plazo que estipulaba el contrato y nunca me pagaron por más que he reclamado. Lo peor es que aún tienen mi libro en la web y en Amazon. He contactado con ambos y la editorial no responde y Amazon me dice que ellos no pueden hacer nada sin la autorización de la editorial». CLIC acá para verificar el testimonio. Otro autor me dijo que la supuesta editorial Multiverso no le pagó lo que le debe: «… la experiencia con esta supuesta editorial ha sido más que penosa... Fueron más de dos años durante los que mi obra no se pudo mover por haber… cedido los derechos de explotación a esta gente, dos años perdidos sin noticias, correos que tardan meses en contestar, mentiras sobre envío de libros que nunca llegaron a su destino y supuestamente se perdieron (libros que yo he pagado por adelantado…) etc... Y jamás he visto una sola regalía, y me consta que algunos ejemplares se han vendido… si alguien quiere demandarlos, me sumo a la causa… yo me atrevería a decir que ni hay concurso, ni jurado ni nada, simplemente supuestamente hurtan el dinero de los autores… » CLIC acá para verificar la transcripción y CLIC acá para leer su complemento.

(45) Editorial Punto Rojo, España. Sabemos ciertamente que esta «editorial» no es tradicional, lo uno porque es mercenaria (el autor paga al supuesto editor por un supuesto servicio); lo otro porque es tan regional como la paella (los ejemplares que el autor compra quedan estancados en España). Una de las víctimas de Editorial Punto Rojo se quejó: «Cuando juegan con la ilusión… de quien sueña tener un "hijo", llamado libro… queda demostrada la nula profesionalidad de dicha editorial. La portada visualizada con mis ojos no superaba un copia y pega de muy pésima calidad, descargada de Google… Huye de Editorial Punto Rojo Libros… No te dejes embaucar por las estrellas "verificadas"». CLIC acá para que verifiques la transcripción. Otro autor se quejó de Punto Rojo de esta manera: «Llamo hace una semana y no saben nada. Y ahora mismo aquí estoy, sintiéndome un imbécil ante gente que no hace bien su trabajo […]». CLIC acá para verificar la confesión. Ese autor añade esto a su queja: «Ah! y si os aseguran que el libro llegará físicamente a El Corte Inglés, Fnac o Casa del Libro, olvidaros» CLIC acá para confirmar lo dicho. Otra de las víctimas confesó: «Cuando llegas te atiende […] Iván […] con un dispositivo bluetooth en la oreja (demostrándote que es un “empresario” atareado), te dice que tu libro es de lo mejor que ha visto […] A la hora de firmar el contrato es alucinante, te acaban de decir unas condiciones y te mandan otras: menos copias de las que te dijeron, precio por encima del que te dijeron y porcentajes para ellos por encima de los que te comentan…» CLIC acá para verificar lo que he transcripto. La víctima añadió: «Yo por ejemplo firmé en marzo, y a las alturas que estamos estoy en trámites con un despacho de abogados para demandar a la editorial» CLIC acá para verificar la transcripción. Carmen, otra de las víctimas de esta editorial mercenaria, se quejó con estas palabras: «Unos auténticos sin vergüenzas: no cumplen nada de lo prometido. Una vez tienen el dinero, ya no contestan ni llamadas ni mails: una pesadilla de editorial». CLIC acá para que verifiques el testimonio.

(46) Nova Casa Editorial, España. Si quieres tantear la suficiencia y la insuficiencia de esta supuesta editorial, quedarás más confundido que asegurado, pues en Internet abundan las estrategias comerciales con disfraz de «opinión favorable». Sin embargo, quiero que adviertas una de las opiniones desfavorables que hallamos acerca de esta «editorial», la cual transcribo para que no te dejes deslumbrar por las sospechosas loas. Alguien dijo en los comentarios de Google: «Es una mala editorial. Algunos de los libros tienen errores ortográficos graves y la mayoría de su catálogo es de pésima calidad. Los libros que venden acá no son buenos, no están bien editados y su contenido es de escritor principiante». CLIC acá para verificar la transcripción. De todas maneras, es más para muchachitos que se entretienen en la composición de novelas del género «wattpad» (el género que imita las obras de la saga de Crepúsculo, esto es, obritas de escaso valor literario).

(47) Edicións Do Peirao, España. Incluyo esta «editorial» entre las sospechosas por dos consideraciones principales: 1. Se valen de un concurso barato para acopiar direcciones de correos electrónicos y teléfonos de los participantes, a quienes, por modo de pretexto, dicen que, aunque no ganaron el concursito, sus obras son muy dignas de publicación. 2. Está emparentada con otra editorial sospechosa, la cual tiene por nombre Tandaia. Una persona nos refirió su experiencia con esta sospechosa editorial (Do Peirao): «El correo que me mandan con el contrato no está dirigido a mí, sino a otra persona. En el mensaje me piden que les mande algún extracto de la obra (cuando la tienen entera). A la persona que me llama por teléfono […] pregunto por lo de los cambios que he introducido en la obra (los que previamente le comunique por mail) y no tiene ni idea. Me dice que el chico que recibe los mensajes está de vacaciones» CLIC acá para verificar transcripción.

(48) Bibidi bú, España. Esta «editorial» carece de renombre. Lo poco que he conseguido averiguar es que se especializan en coedición. Un autor nos dijo: «el contrato de por sí no es legal; ya que no especifica… la cantidad de royalties… hay muchas lagunas. Se parece al contracto que redactarías para un trabajo de clase». CLIC acá para verificar lo que digo.

(49) Diversidad Literaria, España. Se especializa en «coedición», lo cual es índice de su insuficiencia. Basta mirar su página WEB para reconocer que esta supuesta editorial así es cursada en «edición literaria» como una monja en «edición pornográfica» (entiéndase esto como una ironía). Por ejemplo, usan el enojoso galicismo «A PARTIR DE», omiten letras esenciales «ME GUSTARÍA HABARTE» (HABARTE en vez de HABLARTE) CLIC acá para que verifiques tales errores imperdonables. Si esto hacen en su página WEB, imagina cómo quedaría tu novela. A estas tachas se añaden los concursos baratos que organizan (concursitos cuyos premios son enhorabuenas en vez de dinero), y sus packs gratuitos, que no son tales, sino ganchos para enredar incautos en sus «servicios a medias» (yo, editor, me encargo del 50% de esto y de aquello, y tú, escritor incauto, nos suples el otro 50%)

(50) Editorial Gravitaciones, España. Para cautelar a los incautos, transcribo el testimonio de una autora que quedó escarmentada de esta supuesta editorial. Ella dice que el editor, que tiene Juan por nombre, «no solo no me paga, sino que tiene secuestrado uno de mis libros… Quería que las presentaciones se hicieran en locales y no en librerías... Es decir, también en las ventas de las presentaciones se quedaba con toda la ganancia y no había registro de los ejemplares vendidos… El abogado me dijo que lo que el editor ladrón está haciendo es delito haya o no haya contrato (en el segundo libro no hay contrato, es el libro secuestrado) y le envió un burofax para [que] dejara de explotar la obra…» CLIC acá para verificar el testimonio.

(51) Red Apple Ediciones, España. Esta «editorial» tiene contra sí muchos testimonios en Internet, por medio de los cuales se advierte que ella no paga a los autores: «Cristina y Raquel son dos de las perjudicadas de esta estafa que Red Apple Ediciones está llevando a cabo: han perdido dinero, ilusión, esfuerzo y sobre todo han perdido su obra pese a contar con los derechos de la misma» CLIC acá para verificar el testimonio.

(52) Ediciones Torre de Lis, España. En su página «Web» se arrogan la calificación de «editorial tradicional», lo cual es una práctica deshonesta de la mayoría de estas «editoriales no tradicionales» que viven de vender ilusiones a los aspirantes a escritores. Con su «sello» denominado «literatura abierta», pide hasta 1200 euros con el pretexto de «garantizar una inversión en la promoción de la obra», según consta en uno de sus correos (CLIC acá para ver el facsímil)

(53) Profit Editorial, España. Tiene contra sí la sospecha de la «no lectura» de los manuscritos, pues sus correos son tan «impersonales» que están precedidos por un «Apreciado Sr.» en vez del nombre del autor del manuscrito. Como editorial «no tradicional» se especializa en la «autoedición», por lo cual no extrañes si el correo que recibes como respuesta parece copiado de otras «editoriales» afines. CLIC acá para que veas un facsímil de tales correos

(54) Calambur Editorial, España. A pesar de su renombre, las mañas de las que se vale para atraer incautos a sus redes son tan ordinarias como las mañas de las editoriales que carecen de renombre. Una de ellas es pretextar la «imposibilidad» de publicar a costas de la «editorial», dejando lugar a la «posibilidad» de publicar a costas del incauto aspirante a escritor. Por supuesto, para tranquilizarlo, hacen énfasis en que el dinero que le pide no es para una «autoedición», sino «una ayuda para afrontar los gastos derivados del proceso de edición». Si, habiendo enviado tu manuscrito a esta supuesta editorial, recibes un correo al tenor de esta propuesta: «su libro tiene calidad más que suficiente para ser publicado pero sólo consideraríamos su publicación con algún tipo de colaboración económica», no quieras leerlo una segunda vez: es parte de una plantilla. Nota, además, que sus correos abundan de errores y faltas de ortografía: (ponen tilde en SOLO; no ponen coma antes de la palabra PERO: … ser publicado pero sólo consideraríamos). Un amigo nuestro envió su autobiografía a Calambur Editorial: en menos de un mes le respondieron con esta vileza: «este año hemos tenido que reducir notablemente el número de títulos a publicar (sic) debido a las circunstancias extraordinarias que vivimos.Vale de decir que yo también he leído el libro y me he quedado muy impresionado por todo lo que explica y creo que és (sic) una gran novela». Y digo vileza porque, siendo autobiografía lo que nuestro amigo envió, ¿por qué hablan de novela? Esto demuestra que no leen los manuscritos, que sus respuestas son automáticas y que, consecuentemente, como «editores», son insuficientes. 

(55) Editorial Azur, alias Azur Grupo Editorial, España. Con solo que mires la página «Web» de esta «editorial», hallarás indicio de su insuficiencia. Por ejemplo, tienen allí escrito un repudiado galicismo: «publica a partir de 300», lo cual, además, deja en claro que no es una «editorial tradicional». Según la documentación hallada en Internet, su principal tacha es el «incumplimiento del contrato». Una de las víctimas, por nombre Pepo, dijo: «No he tenido una buena experiencia con mi obra, ni en la edición de la misma ni tampoco en el trato personal y profesional recibido» CLIC acá para verificar transcripción. En mi poder tengo el correo de otra de las víctimas de la supuesta editorial Azur. En dicho correo se lee que Azur no le pagó y que no le envió una factura de ventas siquiera. La víctima, como acobardada, no quiso concederme más detalles, pero me envió una copia del correo enviado a Azur en la que se lee: «… ante el trato recibido por su parte y la falta… de atención y profesionalidad, así como del incumplimiento del contrato… deseo terminar con la distribución y venta de mi novela y con cualquier relación futura con ustedes… Para mi (sic) la atención recibida y haber trabajado con ustedes ha sido de las peores experiencias tenidas y quiero olvidarla cuanto antes». Otro autor, Luis, dijo en uno de mis blogs: «NUNCA jamás volvería a Editar con la Editorial AZUR(Almeria). Ha sido una verdadera angustia trabajar con ELLOS. Incumplimiento de contrato grave. Trato irrespetuoso… con abogado no he podido conseguir la devolución de varios de mis libros y de mis royalties...» CLIC acá para verificar la transcripción. Alicia, otra de las víctimas me dijo en el año 2024: «publiqué un libro en 2018, y aún no he recibido las regalías anuales… Después de un mes insistiendo, me han enviado un desglose que no llega ni a 20e.»

(56) ÍBERA EDICIONES, España. Esta «editorial», como mañosa e insuficiente, se amaña a hacerse publicidad en Internet diciendo que publica manuscritos de España e Hispanoamérica y que es «la mayor editora de España en este segmento». Lo que no dice en su publicidad barata es que Íbera Ediciones fuerza a los incautos autores a comprar ejemplares de sus propias obras. Cristina, una de tales autores, dijo: «Firmé con una editorial, ÍBERA EDICIONES. Te obligan a comprar 40 ejemplares por… 545€… lo único que hacen es maquetar la portada... La corrección ortográfica corre por tu cuenta… Las 40 novelas que compré las he utilizado para hacer regalos…» CLIC acá para verificar transcripción. Otra autora dijo por modo de queja: «firmé un contrato de edición con ustedes en el que se me aseguraba, en la cláusula 4, que la editorial se comprometía a tener siempre disponibles libros… ustedes han incumplido esa cláusula y no hubo libros disponibles para la presentación… Adjunto los emails donde la editorial se lava las manos respecto al envío de los libros, y donde soy yo la que tiene que realizar las gestiones pertinentes con la librería para que la presentación tenga lugar, tal y como se me aseguró en el contrato, que han incumplido reiteradamente». CLIC acá para verificar la queja.

(57) Editorial Sar Alejandría, España. Esta «editorial» es apenas mencionada en la red de Internet. Un autor me envió un correo en el que me dijo: «me gustaría hablar de una editorial sobre la que no menciona nada: Editorial Saralejandría. Esta editorial se vende como tradicional, pero la verdad es que responde a todas las propuestas que le llegan antes de 15 días. Esto es porque sus condiciones son las peores que me he encontrado a lo largo de mi andadura. Esta editorial te exige vender un mínimo de 50 libros durante tu presentación, o en los treinta días siguientes. Pero aquí no queda el abuso. Además, no te ofrece ni un euro hasta que seas capaz de vender más de 200 ejemplares». CLIC acá para verificar transcripción. Otra persona, que tiene Elena por nombre, se quejó de Editorial Sar Alejandría: «Muy poco profesional. ¡Mucho cuidado!», CLIC acá para verificación de lo dicho.

(58) Editorial Libros y Literatura, España. La persona que se inventó esta sospechosa empresita (suponemos probablemente que tiene tres empleados) se jacta de tener cierto número de «seguidores» en «redes sociales». ¡Qué ridículo! Esa jactancia es tan vana como la de quien dice que tiene tres mil «amigos» en Facebook. La treta que esta «editorial» usa para atraer incautos y desesperados es poner el aviso de: «recepción de manuscritos abierta» en su sitio «Web». Para reforzar la treta, se arroga el atributo de «editorial tradicional». Sin embargo, su especialidad es la «autopublicación» en la que el autor es persuadido a pagar dinero por sus supuestos servicios editoriales. La treta consta de un filtro por el que la «editorial» descarta a los autores que no están interesados en invertir dinero en sus supuestos servicios. El filtro consta de tres secciones, el tenor de los cuales es el siguiente: 1. Quiero entregar el manuscrito y dejar que la editorial se encargue de todo. 2. Quiero implicarme en la promoción de la obra... 3. Quiero invertir en mi obra... Si marcas una de las dos primeras secciones, te responderán en tres días con una plantilla: «Lamento informarte que tu manuscrito no encaja en nuestra línea editorial, por lo que no podemos publicarlo…» Si marcas la tercera sección, te responderán con su presupuesto de «autopublicación», ya que es su especialidad. Para certificarnos de la treta, le enviamos una novela y marcamos la primera sección. A los tres días, nos respondieron con «Lamento informarte que tu manuscrito no encaja en nuestra línea editorial…». ¿Una editorial tradicional lee un manuscrito en tres días? No, por cierto. No lo leyeron. Días después, le enviamos otra novela y marcamos la segunda sección. A los tres días, nos respondieron con la misma mierda sistemática: «… tu manuscrito no encaja en nuestra línea…» Lo cual implica que tampoco leyeron el manuscrito. La tercera novela que le enviamos como señuelo tampoco fue leída por la «editorial», según tardaron tres días en responder. Sin embargo, la novela fue aceptada porque habíamos marcado la sección Quiero invertir en mi obra... Todo se reduce a esto: si le dices que quieres desembolsar dinero por sus servicios, tu manuscrito encaja en su línea. ¡Oh! ¡Qué original! (Ironía). Una de las víctimas dijo: «Quiero comentar el fraude que me hizo, a mí y a otros escritores inexpertos la editorial Libros y Literatura... Yo le envié 77.70 euros para que me mandara 12 libros en los cuales saldría publicada mi utopía. Esto fue en mayo 2014, jamás me han llegado los ejemplares y ahora se niega el tal Ricarte a contestarme»: clic acá para verificación de lo dicho.

(59) Universo de Letras, España. Esta «editorial» dice pertenecer al Grupo Planeta, pero su especialización no es la edición tradicional, sino la «edición mercenaria»: «publican» todo, con tal que los autores pagan por ello. Por esta razón, si escribes a Universo de Letras para preguntarles si reciben manuscritos, la respuesta será sistemática: un enlace en el que verás los «packs» que te ofrecen (el que menos cuesta es uno de 849 euros). Una de las víctimas dijo: «Prometen publicar los libros de forma perfecta y que uno tendrá muchísima exposición en diferentes mercados, pero, al final, todo es falso. Los libros digitales se ven mal en cualquier dispositivo y las ventas son mínimas. Demasiado dinero que uno jamás recobrará». CLIC acá para verificar la transcripción. Otro de los autores se quejó: «Mi experiencia con Universo de Letras ha sido verdaderamente decepcionante en lo relacionado con el marketing del libro. No figura en ninguna de las redes sociales de Universo de Letras. El "plan de marketing" anunciado no tiene nada de "plan" y las afirmaciones sobre fechas y lugares donde iba a estar disponible mi obra no se han cumplido. No la recomiendo para aquellos que quieren pagar por publicar una obra». CLIC acá para verificar el testimonio. Un autor, por nombre Enry, dijo: «he publicado mi primer poemario con ellos y ha sido un desastre ya que el libro está lleno de faltas de ortografía, según ellos no son importantes (saltar con tilde es muy normal que salga en un libro… comas mal puesta (sic) que quitan el ritmo al verso o palabras mal puestas o mal conjugadas)». CLIC acá para que verifiques lo transcripto. El (o la) sinvergüenza que «conduce» esta supuesta editorial le contesta cínicamente con esto: «Reseña realizada con un perfil falso… Por el tipo de comentario sospechamos de otro editor de la competencia que suele hacer mucho énfasis en notas de prensa y similares que sus libros no llevan faltas de ortografía». Esta es la manera como estos impostores intrigan para acallar a sus detractores: con amenazas, mentiras y fingimientos dignos de gente inescrupulosa.

(60) Ediciones Hades, España. Si envías tu manuscrito a esta supuesta editorial, te responderá como todas las editoriales oportunistas: en breve tiempo, pero con prolija adulación. Un autor me confesó esto: «… me respondieron deprisa, todo alabanzas y buenas palabras sobre mi obra… Quedé con el editor… en una ciudad cercana, y me habló del proceso de edición. Me explicó que tenía que realizar presentaciones y vender un mínimo de ejemplares… Me envió el contrato, en el que aclaraba que, si yo no vendía los ejemplares, tendría que adquirir los que no se vendieran, y de nuevo, no aparecía el precio final por ninguna parte… No se vendieron… y [el editor] empezó a exigirme el dinero. Le recordé lo que habíamos hablado y me soltó que él ya tenía demasiados ejemplares de mi novela en almacén como para poder vender los que yo no había vendido, y que había que cumplir el contrato… Durante dos años, tal y como estipulaba el contrato, la editorial tuvo los derechos de la novela y la obra en venta en su web, dos años en los que no vi ni un mensaje suyo sobre las ventas o regalías… Pasado el plazo, le comuniqué que quería rescindir el contrato, y me respondió con un "ya, yo también, creo que es evidente" que me sonó a insulto… Retiró la obra de la web, y decidí probar suerte en Amazon con esa misma novela. Amazon detectó que la obra había sido publicada y me solicitaron un escrito de la editorial para comprobar que los derechos eran míos, cosa que solicité al editor un tiempo después de la rescisión del contrato. Me dijo que sí, que no había problema, que le diese unos días… Días después le hablo de nuevo y me suelta "¿Tú no eras el que fue metiendo mierda de mi editorial?" a lo que le respondí que no, que yo no había hablado nada de sus malas prácticas editoriales, pero que, si no me mandaba el escrito que le pedía, no solo iba a hacerlo, sino que iba a tener noticias mías por vía legal. Ese mismo día me mandó el escrito…» CLIC acá para verificar el testimonio.

(61) Elvo Editorial, España. Leemos en su página WEB que «Sólo (sic) editamos lo que nos gusta, no hacemos autoediciones ni ningún otro tipo de edición por encargo», lo cual es un pretexto para parecer una «editorial selectiva». Por modo de señuelo, le enviamos un falso manuscrito. A las cinco semanas, respondieron con otro pretexto «Elvo Editorial es… independiente… su manuscrito no encaja en… nuestra editorial», el cual pretexto tiene resabio de plantilla de editorial de tres pelos, juntamente con su oferta de «coedición disfrazada», la cual ponen a continuación: «ELVO Editorial tiene otros campos… en el terreno editorial y ofrecemos a los autores… bajo su sello filial, Ópalo ediciones, la posibilidad de editar su obra». Fingimos interés; de modo que, a los tres días, Elvo Editorial, bajo el nombre de Ópalos Ediciones, nos escribe mostrando su verdadera calaña: la de editorial mercenaria: «Desde Ópalo ediciones hacemos en exclusiva autoediciones por expreso deseo del autor…». En resumen: es una «editorial» de coedición que pretexta ser independiente para presentar un «sello editorial» que pide dinero a los incautos.

(62) Editorial Anáfora, España. Los administradores de esta supuesta editorial fingen estar interesados en la recepción de manuscritos. Pero, su verdadero interés es vender a los incautos «sus servicios de autoedición»: verdad que puedes verificar si envías tu manuscrito, pues, a siete o nueve días, recibirás su respuesta automática en la que se lee «lamentamos comunicarle que en estos momentos podríamos ofrecerle para la publicación de su manuscrito una opción de auto edición».

(63) CON M DE MUJER, España. Ya que esta supuesta editorial es «nueva» (establecimiento: año 2021), no hay todavía quejas acerca de ella. Las quejas, según supongo, sobrevendrán después de cinco años (aproximadamente). No obstante, sé decir que es una «editorial» tan insuficiente como Ruser, Adarve, Caligrama, pues, no siendo editorial tradicional, carece de medios para sacar tiraje, cuanto menos para distribuir ejemplares; lo cual implica que, para sobrevivir, CON M DE MUJER depende de los pocos ejemplares que sus autoras vendan a sus amigas y sus familiares. Haz clic acá, para que entiendas lo que significo.

(64) ITA editorial, Colombia. Lorena, una de las víctimas de esta «editorial» se quejó: «Una triste y profunda decepción: cambiaron totalmente mi poema a pesar de que no autoricé sus cambios. Lo publicaron así. El amor, tiempo y dinero invertido, para obtener un sueño, se convirtió en una profunda tristeza y decepción»: VERIFICO la transcripción. Juan, otra de las víctimas, dijo: «… fui uno de los elegidos para ser parte de una de las antologías... Pero… me cobraron casi 300.000 pesos por aparecer en un libro que jamás se obtuvo ganancia alguna… Espero que la gente se dé cuenta de que este tipo de editoriales no valen la pena»: VERIFICACIÓN del testimonio. Una persona, que dice haber trabajado para Editorial Ita, dijo: «… son unos ladrones, solo juegan con los sueños de la gente: todo texto que les presenten pasa sus supuestas convocatorias. Lo sé. Fui empleado de allá»: VERIFICO el testimonio. Otra de las víctimas me escribió para decirme: «Es una de las que propone concursos y todos los que participan son ganadores. Posteriormente, les avisan y les piden dinero para la edición de la "Antología", lo que no cumplen. A pesar de mi experiencia y animado por una de mis hijas, caí en la trampa. Sin embargo, los demandé y la demanda está avanzando a mi favor».

 

No es si no ver la respuesta es pura intimidación y una insana obsesión por protejer su imagen, responden a los 10 minutos un domingo en la noche, por eso me fui.

 

«EDITORIALES» SOSPECHOSAS QUE PUEDEN SECUESTRAR TU OBRA

 

(1) Editorial LXL (alias Entre libros editorial), España. Esta supuesta editorial fue objeto de denuncias públicas divulgadas en Internet en el año 2015 por parte de algunos escritores que la imputaban de «no pago de regalías», y aun de «secuestro» de sus obras, como podíamos verificar en el siguiente enlace: http://mluisa2.blogspot.com.co/2015/11/hola-chicas-como-estais.html (hemos intentado entrar en la página, pero parece que la persona que la administra, acobardada por alguna amenaza, la restringió para estorbar su lectura). Esta «editorial» dice ser «tradicional» (una de sus muchas mentiras); sin embargo, está a mil años luz de serlo, pues sus «ediciones» son principalmente digitales que se venden «bajo demanda» (si es que se venden) y su distribución es también virtual, lo cual implica que las obras «publicadas» no ocupan espacio en librerías de Hispanoamérica, y que envían dos o cuatro ejemplares a unas pocas de España. En su página hallamos un galicismo «todos los pasos a seguir para conseguir el libro» (lo castizo sería: todos los pasos por seguir…), el cual galicismo nos indica que estos supuestos editores no corrigen de galiparla las obras que «publican», como en efecto probamos con nuestro examen de incorrección: CLIC acá para que adviertas las faltas que esta «editorial» deja en los libros «publicados».

(2) Palibrio, Estados Unidos. Es una «editorial» de escaso renombre y, cuando la mencionan, lo hacen desfavorablemente en «foros» de Internet. Para ejemplo de la gravedad de ello, señalo la siguiente queja: CLIC acá.

(3) America Star Books, Estados Unidos. Esta «editorial» tiene una muy merecida mala fama entre escritores anglohablantes (impago de regalías, secuestro, omisión, etc.), y la tendrá también entre hispanohablantes si continúa con su insidioso propósito de buscar autores de Hispanoamérica y de España, a quienes ofrece «traducción gratuita» de sus obras (del español al inglés), y publicación de ellas bajo el presuntuoso sello de America Star Book. La calaña de estos falsarios se descubre con solamente revisar las traducciones que hacen de los libros: es de creer que usan traductores en línea como Google, pues las inexactitudes son tan vergonzosas como molestos los correos con los que acosan a los autores (tres o cuatro correos por día) cuyas obran han «traducido». El asunto de estos correos electrónicos es ofrecerles falsos servicios con la promesa de afamarlos en ferias internacionales o tratar de venderles sus propias obras «today your book 50% off». Como si esto fuese poco, los falsarios no envían reseña de ventas: lo hacen solamente si los autores la exigen, pero después de un año. Pero ¿qué ventas pueden esperarse de unas obras literarias que han sido dañadas con una traducción como de escuela primaria? En el caso mío, esperaba que, a lo menos, las ventas hubiesen alcanzado un mínimo de 100 dólares: esperanza fundada solamente en la buena apariencia de la portada de mi novela. Pero, ¡oh miserables!, según estos falsarios, durante el año de espera nadie había adquirido un solo ejemplar de ella. Para colmo, añadieron que si yo deseaba recuperar los derechos (es decir, rescindir el contrato o pagar el rescate) tendría que pagarles $99.00, lo cual no hice. Tengo por cierto que no he sido la única persona embaucada por esta falsa editorial. En Internet hay decenas de quejas contra estos bellacos. Por ejemplo, estas dos:

QUEJA n. 1. QUEJA n. 2

 

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  1. Yo tuve una mala experiencia con la Editorial Académica Española (EAE), que toma las tesis universitarias (de seguro en complicidad con algún funcionario de la universidad madrileña) y luego te hace una propuesta de edición a coste cero, con una promesa de obtener el 12% de cada libro vendido. Jamás (luego de 11 años) he recibido alguna regalía de ello, ,as aun, hace un año me entero que está en Amazon por el precio de 20 euros. Compré un par de libros a ese precio y luego hice una carta a la editorial solicitándoles me abonaran el 12% de todos estos años. Nunca respondieron. Son unos sinverguenzas. Luego les envié oro correo diciéndoles que yo NUNCA LES AUTORICE PARA SUBIR MI LIBRO A AMAZON, Y MENOS A SU NOIMBRE. Nunca me contestaron. No lo olviden, otra de las editoriales truchas en España es EDITORIAL ACADEMICA ESPAÑOLA (EAE)

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    1. Hola
      Muchas gracias por el testimonio. Tomaré un pantallazo de ello por si Google elimina el comentario

      Saludos

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  2. Mira a ver también Ediciones Seshat (https://www.edicionesseshat.com/), se venden como "una de las opciones mejor valoradas por los autores porque es una empresa comprometida con cada obra" y no han publicado nunca ni un libro, venden servicios editoriales que si maquetan como maquetan su revista digital, es mejor ir a buscar maquetadores a la guardería del pueblo... además dicen que distribuyen y solo imprimen bajo demanda con la imprenta de Lantia...

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    1. Hola. Gracias por tu sugerencia. Les enviaremos un señuelo para saber qué responden y qué piden. Con solo mirar la página y el modo de escribir (todavía ponen tilde en la palabra SOLO), ya tenemos una idea de la insuficiencia de esa supuesta editorial

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  3. Super interesante tu trabajo, mucha investigación de campo con pruebas ante los ojos, pero hay dos cosas que no veo en lo que has escrito: 1.- El impacto de Amazon y su Kindle Direct Publishing modifico por completo el mundo editorial y abrió las puertas A TANTO MARAÑERO Y ESTAFADOR 2do. No dices ni una sola palabra de las editoriales confiables. ¿CUALES SON?

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    1. Hola.
      Gracias por el elogio.
      A lo largo del “blog” dejé dicho que no he hallado la primera editorial “confiable”. Por lo tanto, repito que no estoy para recomendar editoriales, y que son descartables todas las que piden dinero a los autores y todas las que no ofrecen una tirada mínima de 200 ejemplares. Editoriales “confiables” serían las tradicionales (las que pagan un adelanto a los autores y distribuyen ejemplares en librerías internacionales), pero esas no tienen interés en aventurar su capital en la publicación de autores desconocidos.
      Lo que dices sobre AMAZON es muy verdadero. Pero conviene añadir dos cosas a tal verdad: la primera, que AMAZON no es la única culpable de todos los males que arrastra el negocio mediocre de la edición digital; la segunda, que no todo lo de AMAZON es reprochable, solo que los pocos autores que adelantan en esa “plataforma” son norteamericanos.

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  4. Hola, muchas gracias por ilustrarnos con esta información detallada, que nos permitirá estar atentos. Quisiera saber qué opinas o qué información manejas acerca de las plataformas como Booknet o Whattpad y de las editoriales (como Nova Casa Editorial y LXL)que promocionan ese tipo de concursos y que publican los títulos "populares" o "célebres" en dichas plataformas. Saludos desde Venezuela...

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    1. Hola

      Acerca de la supuesta editorial LXL dejé dicho en el “blog” que ella fue objeto de denuncias públicas divulgadas en Internet en el año 2015 por parte de algunos escritores que la imputaban de «no pago de regalías», y aun de «secuestro» de sus obras. Acerca de Booknet y Whattpad, es claro que son como “redes sociales” en las que los pocos autores que adelantan (5% o menos) son aquellos que tienen muchos seguidores en otras “redes”. De todas maneras, Booknet y Whattpad tienen más semejanza de “plataforma para amateurs” que “para profesionales”. Acerca de Nova Casa Editorial, tiene contra sí muy malas opiniones. Por ejemplo: “Es una mala editorial. Algunos de los libros tienen errores ortográficos graves y la mayoría de su catálogo es de pésima calidad. Los libros que venden acá no son buenos, no están bien editados y su contenido es de escritor principiante”. En resumen, es otro editorial de pacotilla, que se ofrece como editorial alternativa
      Saludos desde algún lugar de América

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  5. Añadir Editorial Corona Borealis, me plantee publicar con ellos al ver que sí tienen libros en librerías como El corte Inglés o la Casa del Libro, pero al buscar información (sobre todo en youtube) vi varios testimonios de estafados. No pagan, mienten diciendo que no ha vendido la obra, o que la han retirado cuando no es cierto, etc..etc..
    Por cierto, ?alguien sabe algo sobre Ediciones i ?: https://www.edicionesi.com/ En la web pone como que tiene ventas físicas en un montón de sitios, pero vete tú a saber. Y tampoco encuentro testimonios de autores.
    Estaría bien un apartado con editoriales tradicionales que sean de fiar. Que no roben, que no sea autoedición encubierta, que de verdad vendan en tiendas, etc... ¿O acaso ya no existen? Sí, ya se que las grandes como del grupo Planeta o Pengüin Random serían un ejemplo, pero las de este tipo solo te publican si ya eres un autor conocido.

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    1. Hola. Muchas gracias por la sugerencia. En este "blog" no recomiendo "editoriales", porque las que son realmente tradicionales (las que pagan adelanto a los autores, las que sacan tiradas sin condiciones para los autores) simplemente no reciben manuscritos por Internet, y es improbable que lean el 5% de los manuscritos que les lleguen por correo ordinario.
      De la supuesta editorial https://www.edicionesi.com no hay mucho qué hablar: con solo ver su página "Web", se reconoce que sus libros son principalmente virtuales y que no tienen alcance internacional

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  6. Hola buenas noches alguien tiene conocimiento de esta editorial y sus "concursos" Editorial Ita dejo el enlace, gracias https://itabooks.com/

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    1. Hola. https://itabooks.com es una editorial para escritores amateurs. Sus obritas son principalmente virtuales y, por lo tanto, no tienen renombre internacional.

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    2. Además, sus "servicios" tienen un precio, lo cual no es conveniente para alguien que quiere ser escritor profesional.

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  7. Mi experiencia con editorial Tandaia y Do peirao.
    Hace unos meses acabé de escribir mi novela "Enana roja", de ciencia ficción.
    No soy escritor, de modo que podéis imaginar la calidad literaria de la obra. Aun así, decidí presentarla a algunos concursos.
    Hace dos semanas me llega un correo de la editorial Do peirao diciendo que, aunque no he ganado el concurso, mi novela les ha gustado mucho y querrían tenerla en su catálogo.
    Les respondo ilusionado advirtiéndoles de los cambios que he realizado en su estructura, argumento y extensión.
    Dos días después me llama por teléfono un señor en nombre de Do peirao. Me regala llamativas alabanzas sobre mi obra. En concreto dice que tengo un estilo personal que no se pierde en ningún momento (cosa que achaca a escritores no profesionales). También me explica que el departamento de lectura le comenta que hay un pequeño páramo en la intensidad de la novela, pero que él no ve en esto un problema. Me explica que, al ser una novela en castellano (Do peirao trabaja en gallego), mi manuscrito será publicado por su matriz en castellano (Tandaia).
    Me envía un contrato en el cual no observo nada raro. Me habla de ir a ferias y presentaciones. En ese momento no me lo podía creer. Estaba radiante de alegría.
    Cuando consigo apartar la niebla del ego reparo en algunas cosas. El correo que me mandan con el contrato no está dirigido a mí, sino a otra persona. En el mensaje me piden que les mande algún extracto de la obra (cuando la tienen entera). A la persona que me llama por teléfono le pregunto por lo de los cambios que he introducido en la obra (los que previamente le comunique por mail) y no tiene ni idea. Me dice que el chico que recibe los mensajes está de vacaciones. Pero, ¿cómo es posible entonces que supiera mi número de teléfono y la hora a la que llamarme, si fue en ese mismo mensaje donde se lo dije?
    Por teléfono le hablé de esos cambios (ya que no había recibido mi mensaje). Dos días después le pregunto por correo qué le parecen esos cambios (le vuelvo a enviar la novela modificada). No sabe de qué demonios le hablo. No me escuchó.
    Escribo entonces en Google "Do peirao opiniones". No veo nada extraño. Entonces tecleo "Tandaia opiniones" y, por suerte, os encuentro a vosotros.
    Decís que hay editoriales cuyo negocio no se basa en los lectores, sino en los escritores. Uno de los detalles para detectarlas es el número de libros de su catálogo. Difícilmente una pequeña editorial puede dedicar un esfuerzo aceptable a un gran número de novelas. Efectivamente, compruebo que en su catálogo hay entre 2000 y 3000 libros.
    Otra cosa que pasará, según vosotros, cuando te tropiezas con este tipo de editoriales, es que ni siquiera se van a leer la novela. Le pondrán una bonita portada y, a partir de ahí, es el escritor quien hará el negocio a la editorial embutiendo su libro a sus contactos. No dedicarán mucho esfuerzo en el proceso de publicación (cosa lógica si se tiene en cuenta la gran cantidad de libros de su catálogo y el tamaño de su empresa).
    Para comprobar este extremo me vino al pelo el hecho de haber introducido cambios en el texto. Les pregunté (otra vez más) cosas concretas sobre determinadas partes de la novela y pedí sus comentarios al respecto.
    De repente, el potencial de mi novela se desvaneció. Me contestaron con un gélido "dejamos aquí el tema". El motivo esgrimido fue el de que la obra se pasaba de paginación.
    Después de tanto interés inicial hubiera sido de esperar, en el caso de que el problema fuera la extensión de la obra, que me hubiesen propuesto dejarla como estaba, o cambiar la estructura de los capítulos, o eliminar los saltos de página dentro de cada capítulo.
    Nada de ello sucedió. A mí me da la sensación de que el problema es que, para contestarme, tendrían que leer la novela.

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    1. Hola. Muchas gracias por tu valioso testimonio. Me encanta conocer personas valientes que toman el trabajo de denunciar largamente sus experiencias con las editoriales mañosas. Repito lo que he dicho a lo largo del "blog": esas editoriales no leen manuscritos enviados, aunque les digas que eres el primo lejano del premio nobel de literatura, y, lo peor, es que se mancomunan para enredar en sus mañas a los escritores incautos, como se verifica en el caso que explicas.

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  8. Hola, muchas gracias por el blog, soy de los incautos que pretenden poner en circulación un manuscrito y algunas de las editoriales que mencionas figuraban en mi agenda. Quisiera saber qué opinas o si tienes alguna información sobre Ediciones Contrabando. Su catálogo parece reducido e incluso he detectado que algunos de sus autores han dado el salto a editoriales de prestigio, pero por otro lado que tengan también una línea de autoedición (Libros de autor, la llaman) me echa un poco para atrás.

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    1. Hola, Tarrou. Muchas gracias por tu expresión de agradecimiento. No tengo nada contra Ediciones Contrabando, pero me parece que es una editorial de escasa suficiencia (nada internacional) y de medios de distribución muy limitados. Los autores son regionales (de ciertas regiones de España). En mi opinión, es para personas sin mucha aspiración internacional

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  9. Hola, muy buen blog, añadiendo que la grafica que conozco cobra a estas supuestas editoriales alrededor de 1 € por ejemplar imprimido. El "negocio" de co-edición es entonces simple, los venden a los mismos autores por mucho mas - y viven de esto. Prueba: te vas a Casa del Libro o Fnac y preguntas por cualquiera de estas "editoriales" y se quedan averiguando si es broma. Pues eso.

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    1. Hola. Bien dices: el "negocio" de co-edición es simple, a lo cual añado que es también muy ganancioso para los sinvergüenzas que fingen ser editores, pero nunca para los incautos escritores que caen en las redes de aquellos.

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  10. HE DESHABILITADO EL APARTADO DE LOS COMENTARIOS PORQUE NO FALTAN LOS MENTECATOS QUE QUIEREN USARLA PARA DESCABALAR LA SERIEDAD DE MI TRABAJO INVESTIGATIVO.

    SI QUIERES CONTRIBUIR A LA DENUNCIA DE LAS EDITORIALES SOSPECHOSAS, ENVÍAME UN CORREO literarica@gmail.com

    TU NOMBRE NO SERÁ REVELADO.

    LOS CORREOS DEPRESIVOS DE MI HONESTIDAD O INFAMADORES DE MI TRABAJO SERÁN RECHAZADOS Y LOS AUTORES SERÁN PERSEGUIDOS DE MANERA IMPLACABLE.

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